La resolución recoge que la historia clínica señalaba que no se había realizado diagnóstico prenatal por “problemas administrativos”



18 sept. 2013 18:07H
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Redacción. Madrid
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha condenado al Servicio de Salud Madrileño al pago de una indemnización de 280.000 euros por mala praxis por no detectar un síndrome de Down durante una gestación.

Así consta en una sentencia en la que los magistrados estiman el recurso presentado por la afectada contra la desestimación de la reclamación por ellos formulada el 13 de mayo de 2010 al Servicio de Salud. Así, se reconoce su derecho a percibir la indemnización de 280.000 euros.

La mujer, de 43 años, tenía antecedentes de interés, ya que cuenta con un familiar con Síndrome de Down, con dos abortos anteriores y se le programó la realización de una cesárea por desprendimiento de placenta.

Según el fallo, concurrían en el presente caso "una serie de características que convertían la gestación de la actora en un embarazo de alto riesgo a pesar de lo cual no se llegaron a adoptar y a tomar precauciones dirigidas a propiciar un seguimiento más estrecho del embarazo".

La sentencia relata que la mujer acudió el 8 de septiembre de 2008 al Hospital del Sureste para ser atendida dado que se encontraba embarazada. Dados sus antecedentes, solicitó la Interrupción voluntaria del mismo, siendo informada de que no cumplía los criterios legales adecuados.

En el periodo adecuado no se le solicitó el Triple Screening ni la amniocentesis. La gestación fue considerada de Alto Riesgo, por lo que la paciente fue derivada de forma urgente a las consultas externas de Obstetricia del Hospital Universitario Gregorio Marañón.

La resolución recoge que la historia clínica señalaba que no se había realizado diagnóstico prenatal por "problemas administrativos". A partir de ese momento fue sometida a una ecografía en las que se pudo objetivar una situación de C.I.R., lo que unido a su edad y antecedentes clínicos arriba expresados, determinó que se propusiera una amniocentesis genética.

Ésta prueba se llevó a cabo el día 12 de febrero de 2009, cuyos resultados se recibieron el 25 de febrero del mismo año con el diagnóstico de "Trisomía del cromosoma 21 compatible con Síndrome de Down".

Finalmente, dio a luz a su hijo mediante cesárea, a las 35 semanas de gestación, en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón. El Síndrome de Down con cardiopatía aparejada y diversos problemas ya estaba confirmado.

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