El médico acusado de abusos dice que fotografió a la paciente con su móvil

Se complica la situación para el médico acusado de abusos sexuales en Molina de Segura, Murcia. Tras negarlo en numerosas ocasiones ante la paciente, sus compañeros y la Policía, que el facultativo ha reconocido en los juzgados haber tomado varias fotos de las nalgas de la paciente.

Así lo ha desvelado el diario La Verdad, que ha accedido a la transcripción de la declaración que prestó ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de la localidad, el pasado 8 de febrero.

En ella el médico reconoce que hizo a la paciente "dos o tres fotos", supuestamente por haber observado "unas manchas blancas", que quería consultar con una colega dermatóloga. Sin embargo, esta explicación la ofreció solo en los juzgados tras haber consultado con un abogado y haber negado en todo momento que las hizo.

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"Ella comenzó a gritar que le había hecho una foto. Intenté hablar con ella, pero no se calmó y llamó a su madre y a la Policía"

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Además, cuando los agentes se trasladaron al centro de salud Jesús Marín de Molina de Segura, avisados por la víctima, el facultativo incluso llegó a ofrecerles el teléfono, negando haber hecho las fotografías, para que los agentes pudieran comprobarlo. Ya en los juzgados el facultativo habría reconocido que en ese momento las imágenes de la paciente ya habían sido eliminadas. "Las borré tras el incidente", declaró.

En el momento de la detención la paciente declaró que el médico le había palpado los glúteos y la zona genital y además de haberle descubierto haciendo las fotografías. "Ella comenzó a gritar que le había hecho una foto. Intenté hablar con ella, pero no se calmó y llamó a su madre y a la Policía", recoge la declaración del médico.

Tal como explica La verdad, el juzgado habría ordenado a un equipo de especialistas que examinen el móvil del médico para tratar de recuperar las fotos borradas.

Además de los hechos denunciados por esta joven, el juzgado investiga otros presuntos abusos sexuales a una paciente de 45 años, que acudió a la Policía después de tener noticias de lo que le había sucedido a la chica de 23 años para denunciar unos hechos similares.