Al negarse a tramitar una IT el facultativo incurre en un “mala praxis médica” que conlleva responsabilidades.
El debate generado en la sanidad española sobre
qué facultativo debe tramitar ciertas bajas laborales esconde un
matiz legal que puede suponer una batería de consecuencias similares tanto para el médico hospitalario como el ambulatorio. En caso de negarse a realizar este trámite, ambos colectivos se enfrentan a
responsabilidades de tipo civil, administrativo y/o patrimonial en función del agravio generado al paciente. La dificultad radica en saber
quién tiene la responsabilidad de gestionar la baja laboral y ahí, según detallan los abogados, la ley adjudica esta responsabilidad a quien atiende al paciente.
“Si acudimos al tenor literal del art. 2.1 del RD 625/2014 es el médico actuante
quien tiene que dar la baja laboral”, explica Adrián Carriedo, de Lex Abogacía, quien tiene claro que las consecuencias legales de negarse a tramitar las IT del paciente
recaen en el “sitio donde atendieron al paciente”.
Unas consecuencias que pueden llegar a afectar al bolsillo del facultativo. “A nivel
administrativo se le puede abrir un expediente sancionador que puede llegar a acarrear
suspensiones temporales de empleo y sueldo, aunque esto varía entre comunidades autónomas al tener cada una un régimen interno distinto”, explica el abogado.
Además, según resalta Carriedo, en los casos donde por esta situación
la Administración deba pagar una indemnización, lo que se denomina
responsabilidad patrimonial, esta podría "
repercutir posteriormente contra el médico" si se acredita que el médico debió dar la baja y, sin embargo, no lo hizo.
En este sentido, el abogado de Lex Abogacía comprende el argumento de los médicos de Atención Primaria sobre que quien debe dar la baja es el médico que atiende al paciente, pero al mismo tiempo advierte que esto es igual cuando son ellos los que atienden al paciente para bajas como por ejemplo procesos gripales o gastroenteritis.
La mala praxis médica puede acarrear consecuencias
En base a lo expuesto en la actual normativa, cuando el
médico de Familia empiece a negarse a dar las bajas por ingreso hospitalario
no asumirá ninguna responsabilidad, ya que no es el facultativo que atendió al paciente. Sin embargo, en los especialistas del hospital será diferente.
“En primer lugar, si el médico se niega a dar la baja,
tendría que ponerlo por escrito. Y a partir de ese momento,
si le pasara algo al paciente o trabajador sería su responsabilidad”, detallan desde Lex Abogacia.
Además, según Carriedo, al negarse a tramitar una IT el facultativo incurre en un
“mala praxis médica” que conlleva responsabilidades patrimoniales o civiles o, en el peor de los casos penales, si se trata de una imprudencia grave.
Por lo tanto, la ev
olución positiva o negativa del paciente y el agravio que se le genere al no tramitarse su baja laboral c
orrerá a cargo del facultativo que le atienda, siempre que se demuestre que debía ser él o ella quien tenía que habérsela facilitado.
¿Podría producirse una oleada masiva de sanciones?
A pesar de todo ello, para el abogado del bufete Lex Abogacía la pelota no está en el tejado de los médicos hospitalarios o ambulatorios, sino
en las autonomías, ya que se van a encontrar un problema que deben solucionar.
“No vas a ponerte a sancionar a todos los médicos de Atención Primaria y, por otro lado, tienes a los médicos de los hospitales que se han acomodado a un sistema donde no tramitaban bajas y derivaban todo a Primaria. Cada comunidad autónoma va a tener que diseñar su propio protocolo”, augura Carriedo.
Una de las soluciones que plantean desde Lex Abogacía sería un
modelo mixto de bajas laborales indicadas por los médicos del hospital y renovadas por Atención Primaria. “Por ejemplo, en las bajas por regla dolorosa acudes a urgencias por un sangrado, pero no vas a ir todos los meses porque vas a colapsar el hospital. Lo ideal sería que la baja principal se la dieran en el hospital y que en Familia se la vayan renovando cuando sea oportuno”, explica el abogado.
Además, Carriedo considera que así se evitarían las discrepancias actuales que viven sus clientes: "En las bajas de poco tiempo no se da tanto, pero en la incapacidad permanente se suelen producir discrepancias entre médicos. Tengo clientes donde
el cardiólogo le dice que puede trabajar y el médico de Familia le dice que no".
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