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Las oposiciones a celador tienen, como estructura básica, una división en dos partes. La primera de ellas es un examen tipo test, el cual habrá de aprobarse para acceder a la segunda parte, que es un concurso de méritos.
Ambos estarán evaluados por un Tribunal y variarán según la comunidad autónoma donde se esté realizando la oposición, ya que las competencias de sanidad están derivadas a las comunidades.
Puede variar tanto el examen en sí, e incluso agregarse alguno extra, como los requisitos que otorgan puntos en el concurso de méritos. Por ejemplo, experiencia previa, formación especializada o idiomas.
De manera general, el examen se trata de una prueba compuesta por un máximo de 100 preguntas que ofrecen cuatro posibles respuestas, de las cuales sólo 1 es la correcta. La manera de puntuar será con un punto positivo por cada respuesta correcta, las respuestas en blanco no se contarán, pero las respuestas negativas restarán nota del total. El máximo que se podrán obtener son 100 puntos y el mínimo para aprobar, 50.
En algunas comunidades, como por ejemplo en Andalucía, también se tendrá que hacer frente a un segundo examen tipo test en el que se evaluarán las competencias de tipo práctico. Esta prueba tendrá un máximo de 50 preguntas pudiéndose obtener, como mucho, otros 50 puntos.
Lo más importante a la hora de enfrentarse a un examen tipo test en el que las preguntas erróneas restan nota es responder primero a aquellas de cuya respuesta se está seguro, para asegurar esos puntos.
Después, es necesario volver a leer con mucha atención tanto la pregunta como las respuestas, ya que puede haber ligeros matices entre unas y otras que decanten la respuesta en una dirección u otra.
Cuando se tengan dudas, descartar las que se crean erróneas y concentrarse en aquellas que pueden ser correctas. Es mejor dejar una pregunta en blanco que responder de manera incorrecta si se cree que se tiene el suficiente número de respuestas correctas para aprobar.
Es importante responder siempre en la hoja del examen para que contabilice.
Ambos estarán evaluados por un Tribunal y variarán según la comunidad autónoma donde se esté realizando la oposición, ya que las competencias de sanidad están derivadas a las comunidades.
Puede variar tanto el examen en sí, e incluso agregarse alguno extra, como los requisitos que otorgan puntos en el concurso de méritos. Por ejemplo, experiencia previa, formación especializada o idiomas.
¿Cómo es el examen tipo test de la oposición para ser celador?
De manera general, el examen se trata de una prueba compuesta por un máximo de 100 preguntas que ofrecen cuatro posibles respuestas, de las cuales sólo 1 es la correcta. La manera de puntuar será con un punto positivo por cada respuesta correcta, las respuestas en blanco no se contarán, pero las respuestas negativas restarán nota del total. El máximo que se podrán obtener son 100 puntos y el mínimo para aprobar, 50.
En algunas comunidades, como por ejemplo en Andalucía, también se tendrá que hacer frente a un segundo examen tipo test en el que se evaluarán las competencias de tipo práctico. Esta prueba tendrá un máximo de 50 preguntas pudiéndose obtener, como mucho, otros 50 puntos.
¿Cómo enfrentarse al examen de oposición para ser celador?
Lo más importante a la hora de enfrentarse a un examen tipo test en el que las preguntas erróneas restan nota es responder primero a aquellas de cuya respuesta se está seguro, para asegurar esos puntos.
Después, es necesario volver a leer con mucha atención tanto la pregunta como las respuestas, ya que puede haber ligeros matices entre unas y otras que decanten la respuesta en una dirección u otra.
Cuando se tengan dudas, descartar las que se crean erróneas y concentrarse en aquellas que pueden ser correctas. Es mejor dejar una pregunta en blanco que responder de manera incorrecta si se cree que se tiene el suficiente número de respuestas correctas para aprobar.
Es importante responder siempre en la hoja del examen para que contabilice.
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