Un
atragantamiento en adultos suele producirse en el momento de la comida. En niños, el atragantamiento puede también producirse durante la comida o por tragarse cualquier otro objeto.
El atragantamiento impide hablar, respirar e incluso toser. La falta de oxígeno hace que el
color del paciente se vuelva azul o morado.
En estas circunstancias se debe
intentar que el paciente tosa. Para ello se deben dar una serie de
golpes en la espalda, entre los dos omóplatos, mientras que el paciente se encuentre de pie inclinando el tórax hacia adelante.
Si con estos golpes no se resuelve el atragantamiento se debe realizar la
maniobra de Heimlich. Esta maniobra debe hacerse sólo en el caso de estar seguros de que el paciente sufre un atragantamiento.
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En adultos o niños mayores, se debe abrazar al paciente por detrás, con los dos brazos, mientras se encuentra de pie. Se coloca una mano cerrada y la otra recubriendo la primera sobre el abdomen y se presiona sobre el estómago, justo por encima del ombligo y por debajo de las costillas.
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En niños mayores de 1 año se debe tender al niño boca arriba sobre una superficie dura. Posteriormente se juntan ambos manos entre el ombligo y el esternón, la zona del estómago, y se presiona varias veces dirigiendo la fuerza hacia el pecho.
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En niños menores de 1 año se recomienda colocarle boca abajo y aplicar unos golpecitos en la espalda.
¿Cómo prevenir un atragantamiento?
En adultos:
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Evitar el consumo de alcohol antes de la comida.
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Meterse en la boca trozos de pequeño tamaño.
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Masticar adecuadamente lo que se ingiere.
En niños:
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Meter en la boca trozos de pequeño tamaño.
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No dar a niños menores de 4 años palomitas, frutos secos ni golosinas duras.
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Vigilar el consumo de uvas y de perritos calientes.
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Evitar que se juegue con piezas pequeñas (ej: canicas). Leer las recomendaciones que se dan en los juegos para niños. Las piezas deben ser mayores de 3 cm de diámetro o de 6 cm de largo para niños.
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Alejar los globos y las bolsas de plástico de los niños pequeños porque puedan tragárselas.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.