Diccionario de enfermedades

Hemorroides externas

Tipos de hemorroides y ubicación de cada una de ellas.
Las hemorroides, también conocidas como almorranas, son vasos sanguíneos dilatados y tortuosos, por lo que se forman abultamientos en el interior o exterior del ano, que pueden causar sangrados o dolor. Según su ubicación, se distinguen dos tipos. Las hemorroides internas son aquellas formadas por encima de la unión unirrectal, mientras que las externas se forman justo debajo de esta unión entre el ano y el recto y están cubiertas por piel sensible.

Por lo general, las hemorroides externas desarrollan un bulto en el ano. Si se llega a formar un coágulo de sangre (cuyo caso se denomina hemorroide externa trambosada), el bulto aumenta su tamaño, se vuelve doloroso y se inflama más que una hemorroide no trambosada. 

Existen un grupo de síntomas que suelen predominar siempre con las hemorroides, como el dolor alrededor del ano y la aparición de sangre en las heces, en el papel higiénico o sangre goteante en el váter tras defecar, así como el picor.


¿Qué causa las hemorroides?


El aumento de presión en los vasos sanguíneos del área anorrectal es la causa tras las hemorroides. Dicho aumento de presión puede ser provocado por varias causas:
  • Embarazo
  • Levantar grandes pesos con frecuencia
  • Realizar esfuerzos repetidos durante las deposiciones
  • Estreñimiento, que también puede contribuir a que aumente dicha presión.

El envejecimiento también puede contribuir a la aparición de las hemorroides y, en algunas ocasiones, también existen otros factores hereditarios.


Diagnóstico de las hemorroides


Para diagnosticar las hemorroides se utilizan varios métodos. En primer lugar, se encuentra la exploración médica, donde se puede identificar fácilmente aquellas hemorroides que estén inflamadas y que producen dolor a través de la inspección del recto y del ano. La mayor parte de las hemorroides dolorosas se suelen identificar en este estudio.

En el caso de que las hemorroides sean no dolorosas o no hemorrágicas, se plantean otra serie de opciones, como una anoscopia, que permite visualizar el recto. Además, en el caso de los pacientes que padecen sangrados por el recto, en algunas ocasiones se requiere una colonoscopia o una sigmoidoscopia para así poder descartar patologías más graves, como, por ejemplo, un tumor.


Tratamiento de las hemorroides


De manera general, las hemorroides no necesitan tratamiento a caso que estas provoquen síntomas. En ese caso se suele indicar:
  • Ablandadores de heces y baños de asiento, de una duración de un cuarto de hora con agua tibia y dos o tres veces al día, tras defecar. Se recomienda realizarlo con una jarra o palangana.
  • En el caso de las hemorroides externas trombosadas, que suele conllevar dolor intenso, el facultativo puede inyectar un analgésico local con el objetivo de adormecer la zona y cortar el coágulo sanguíneo o la hemorroide, lo que ayuda a aliviar el dolor rápidamente en algunas ocasiones.
  • La dieta rica en fibra, los ejercicios y la higiene adecuada ayuda a una evolución positiva.
  • En el caso de las hemorroides complicadas, algunas de ellas pueden necesitar cirugía.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.