Diccionario de enfermedades

Helicobacter pylori

¿Cómo se diagnostica la infección por Helicobacter pylori?
El Helicobacter pylori es una bacteria que vive de forma habitual en el estómago de personas sanas. En países desarrollados la bacteria se suele adquirir en la infancia o en la juventud, aumentado el número de personas que la tienen según aumenta la edad, de tal manera que por encima de los 60 años, la mitad de personas tienen el Helicobacter en su estómago.

Es posible que las condiciones de salubridad hayan reducido el número de niños o jóvenes que la adquieren en la actualidad.

Síntomas del Helicobacter pylori


Los síntomas asociados con la enfermedad son:
  • La mayoría de las personas que tienen el Helicobacter en su estómago no tienen ninguna molestia.
  • Algunas personas pueden quejarse de molestias inespecíficas en el estómago, como dolor, ardor, digestiones pesadas, etc., unos síntomas denominados dispepsia. Esta dispepsia puede estar o no realmente relacionada con dicha infección. De hecho, muchas personas continúan con las molestias tras erradicarles el Helicobacter.
  • Un porcentaje pequeño de personas infectadas por el Helicobacter (generalmente menos del 10%) pueden desarrollar:
  • Gastritis.
  • Cáncer de estómago (adenocarcinoma de estómago o linfoma de estómago).
  • Si bien se ha evaluado en numerosos estudios, no parece que el Helicobacter pylori tenga relación con el desarrollo de infarto de miocardio, trombosis cerebral, urticarias, etc.
El por qué unas personas desarrollan enfermedad y otras no depende probablemente del tipo de Helicobacter (hay unos mas agresivos que otros) y de factores dependientes de cada persona.

¿Cómo se diagnostica la infección?


La infección por Helicobacter pylori puede diagnosticarse:
  • En el transcurso de una gastroscopia tras realizar una biopsia de estómago. En general la gastroscopia se realiza cuando se quiere descartar la presencia de una determinada enfermedad en el estómago (una úlcera o un cáncer). Siempre se debe descartar un cáncer en pacientes mayores de 55 años con molestias de estómago o menores de esa edad con otros síntomas que puedan hacer sospechar la presencia de un cáncer (pérdida de peso, cansancio, etc.).
  • Mediante tests no invasivos. Se realizan ante la presencia de sintomatología inespecífica, generalmente en gente más joven, o para ver si ha desaparecido la bacteria tras el tratamiento antibiótico:
  • Prueba de aliento (test de la urea marcada). Para realizar este test es necesario haber suspendido el tratamiento con omeprazol (o similares) unas semanas antes y seguir instrucciones muy precisas sobre la forma de realizarlo.
  • Detección en heces del antígeno de Helicobacter.

¿Puede contagiarse?


Diversos estudios han demostrado que los familiares que conviven con una persona que tiene el Helicobacter tienen esta bacteria con mayor frecuencia en su estómago, por lo que si parece que hay un cierto grado de contagio. Lo mismo se ha observado en niños que conviven en centros de internamiento.



Tratamiento para Helicobacter pylori 


Si se demuestra la presencia de Helicobacter pylori en el estómago de acuerdo a las pruebas anteriormente mencionadas, existe indicación absoluta de tratamiento cuando:
  1. Exista una úlcera péptica (en el estómago o en el duodeno) que se encuentre activa en ese momento o que esté inactiva pero que recurre cada cierto tiempo.
  2. Si la infección se asocia con un linfoma de estómago.
Otras circunstancias en las que puede recomendarse el tratamiento (siempre que las pruebas indiquen la presencia de la bacteria), aunque con dudas son:
  1. Cuando haya antecedentes en la familia de cáncer de estómago.
  2. Cuando haya molestias inespecíficas en el estómago (dispepsia).
El tratamiento consiste en la administración de un protector de estómago, generalmente omeprazol, junto a 2 ó 3 antibióticos (generalmente amoxiciclina, claritromicina, metronidazol o tetraciclinas) durante 10 a 14 días.

Algunos médicos recomiendan confirmar que ha habido una erradicación total del Helicobacter realizando un test del aliento unas cuatro semanas después de finalizado el mismo. Otros sólo recomiendan realizar este test en personas determinadas, generalmente con síntomas persistentes, alto riesgo de recaídas o vulnerables.

Si el Helicobacter no desaparece con el primer tratamiento o recurre, se pueden intentar otras pautas antibióticas.

Si bien existen datos que sugieren una cierta relación entre la infección por el Helicobacter pylori y el desarrollo de cáncer de estómago, no existen evidencias definitivas que lleven a recomendar la búsqueda sistemática de esta bacteria en la población para proceder a su erradicación en caso de que fuera encontrada.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.