Los
recién nacidos sanos requieren una serie de cuidados rutinarios, una valoración cuidadosa de su estado general y la correcta instauración de la alimentación. La primera cita con el pediatra, si no existe ningún problema añadido, debe ser a las 48 horas de vida. Siempre se debe tener en cuenta que cada recién nacido es único y que no es aconsejable comparar un bebé con otro.
Crecimiento y desarrollo
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El peso, la longitud y el perímetro cefálico de los recién nacidos varía según el sexo y la edad gestacional. Para ello hay tablas especiales que se describen por “percentiles”. La longitud media al nacer es de 51 cm. La circunferencia cefálica media al nacer es de 35 cm.
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Durante los primeros días hay una pérdida de peso fisiológica (normal), que oscila entre 5-10% del peso en el momento del nacimiento. Entre el 7º y el 10º día, el peso se ha recuperado y vuelve a ser igual al peso que tenía al nacer.
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El recién nacido reconoce sonidos y parpadea, llora o se sorprende (extiende y mueve brazos y piernas al mismo tiempo). Se sobresalta fácilmente con pequeños estímulos; a medida que pasa el tiempo estos movimientos se suavizan.
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Parpadea con el brillo de la luz y puede empezar a seguirla con la mirada.
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Ve a distancias cortas.
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Observa las caras.
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Levanta su cabeza brevemente cuando se la acuesta boca abajo.
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Al principio sonríe por causas desconocidas pero después del primer mes sonríe cuando ve caras conocidas.
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Tiene hipo y estornuda con frecuencia. No se conoce la causa pero es normal y no de debe a problemas digestivos ni respiratorios.
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Es recomendable acariciar al bebé y hablarle expresándole cariño.
Alimentación
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Los recién nacidos solo necesitan tomar leche, materna o fórmula artificial. La decisión del tipo de lactancia (materna o artificial) debería ser tomada durante el embarazo. La lactancia materna debe comenzar tan pronto como sea posible.
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Los hábitos de alimentación del bebé pueden variar de día en día, tal como ocurre con los adultos.
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La administración de vitaminas, hierro o flúor siempre debe estar indicada por el pediatra.
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El contacto y el afecto que se establece con el bebé durante la alimentación es una parte importante de la dieta.
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Si el niño no está ganando peso de forma progresiva a partir de los 10 días se debe consultar con el pediatra.
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Nunca se le debe acostar con un biberón de leche u otro líquido y nunca se debe dejar el biberón apoyado en la boca del bebé.
Sueño
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El bebé se mantendrá en una habitación caldeada con exposición solar siempre indirecta.
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El bebé debe permanecer tumbado boca arriba o de lado para dormir, nunca boca abajo.
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A esta edad, los bebés pasan la mayor parte del día durmiendo (de 16 a 18 horas) aunque se despiertan durante cortos períodos para comer (de 7 a 12 veces al día). Los patrones de sueño varían de un niño a otro. Es normal que tengan períodos de agitación al atardecer o al anochecer.
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El chupete no se aconseja hasta que tenga establecida la lactancia materna (el primer mes). Nunca debe mojarse en sustancias dulces, para prevenir las caries. Si usa biberón hay que evitar que se duerma chupando la tetina del biberón.
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Al dormir es normal que muevan los ojos, realicen movimientos de chupeteo, emitan sonidos e incluso que tengan una respiración irregular. Puede durar unos minutos; no hay que despertar al niño. Después entrarán en un sueño más profundo y tranquilo.
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El sueño es un hábito; desde el principio se debe acostar al bebé cuando esté somnoliento aunque despierto todavía. Si llora hay que cogerlo y calmarlo para tranquilizarlo.
Vacunas
Según el Calendario Vacunal recomendado por la
Asociación Española de Pediatría no se recomiendan vacunas al nacimiento.
Higiene
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El baño del recién nacido debe ser diario, con agua templada (33 °C-34 °C) y jabón neutro en pequeña cantidad. Mientras persista el cordón umbilical se debe lavar junto con el resto secándolo bien posteriormente. Se debe secar al niño con cuidado, especialmente en las zonas de los pliegues, añadiendo posteriormente una crema hidratante. No se debe aplicar colonia directamente sobre el cuero cabelludo.
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En las niñas, la región genital se limpia siempre desde la vulva hacia el ano.
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En general los niños nacen con fimosis. No se debe forzar la piel del prepucio hacia atrás.
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El cordón umbilical se debe lavar con agua y jabón 3 veces al día, manteniendo la zona lo más seca posible. No se recomienda utilizar alcohol ni otras sustancias. El cordón se cae entre los 5 y los 30 días de vida y conviene seguir limpiando la herida de la misma forma hasta que esté bien seca.
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Ojos. Se deben limpiar una vez al día con gasas (una para cada ojo) humedecidas con suero fisiológico.
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Oídos. Solo se debe limpiar el pabellón auricular externo con bastoncillos sin introducirlos en el conducto auditivo del bebé.
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Uñas. No suele ser necesario cortarlas ya que son muy blandas y quebradizas. Si el niño se araña, las uñas se pueden cortar con unas tijeras de borde redondeado con cuidado de no cortar la piel, o limarlas con una lima especial para lactantes; es mejor hacerlo cuando estén dormidos.
Seguridad
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Siempre se debe utilizar un asiento de seguridad para llevar al bebé en el coche y debe llevar puesto el cinturón de seguridad.
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No se debe dejar nunca solo al bebé con un hermanito o una mascota.
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No se debe dejar solo al niño en lugares altos ni en la bañera.
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Se debe evitar la exposición directa al sol.
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Se debe mantener un medio ambiente libre de humo. Si hay fumadores en la familia no se debe permitir que se fume en la casa o en el coche.
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Se debe evitar el contacto con personas o niños con infecciones respiratorias, incluso aunque leves.
Deposiciones
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Cada niño tiene su propio patrón de evacuación intestinal, unos después de cada toma, otros una vez al día y otros cada 2 o 3 días o más.
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El color de las deposiciones varía de amarillo a verdoso. La consistencia puede ser desde crema poco densa a una pasta espesa.
Cuando consultar al pediatra
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Fiebre superior a 39º C tomada vía rectal.
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No existe ganancia de peso.
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Vómitos excesivos, especialmente si salen disparados como un proyectil.
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Desinterés en comer.
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Irritabilidad o tendencia exagerada al sueño.
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Erupciones o cambio de coloración en la piel.
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Si a pesar de la limpieza diaria, el cordón umbilical tiene mal olor o secreción purulenta.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.