¿Qué es el déficit de ácido fólico?
El
ácido fólico (folato) es una
sustancia presente en la mayoría de los alimentos. Los alimentos que tienen una mayor cantidad de ácido fólico son el hígado, las setas, las espinacas y otros vegetales de hoja, y los frutos secos. Sin embargo, el ácido fólico puede destruirse con su cocción, sobre todo si se realiza en grandes cantidades de agua. El ácido fólico ingerido se absorbe en las primeras partes del intestino.
Una deficiencia de ácido fólico puede producir anemia y otras enfermedades.
Causas de déficit de ácido fólico
Puede haber deficiencias de ácido fólico cuando el consumo de alimentos con folatos sea escaso, cuando haya problemas para su absorción en el intestino, cuando las necesidades de ácido fólico sean muy grandes o cuando se interfiera en su metabolismo, generalmente al consumir determinadas medicinas:
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Consumo de una dieta pobre en ácido fólico. Se observa sobre todo en los niños, en los ancianos y en los alcohólicos. En los niños prematuros, en el embarazo y en la lactancia, los requerimientos de ácido fólico son mayores y muchas veces no son cubiertos con la dieta habitual. El consumo de dietas pobres en ácido fólico es frecuente.
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Un gasto muy elevado de ácido fólico, como en enfermedades de la sangre (leucemias, anemias por destrucción de glóbulos rojos), algunos cánceres, enfermedades inflamatorias crónicas (tuberculosis, enfermedad de Crohn, psoriasis, artritis reumatoide), en la hemodiálisis, etc.
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Enfermedades del intestino que impiden la absorción de ácido fólico, como la enfermedad celiaca y, en menor medida, otras enfermedades intestinales, como la resección del estómago o del intestino, la cirugía bariátrica, la enfermedad de Crohn, la diabetes, etc.
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Toma de medicamentos, como algunas medicinas para la epilepsia (barbitúricos, deifenilhidantoína, primidona), medicinas para la tuberculosis, tetraciclinas, etc.
Síntomas
La mayoría de deficiencias de ácido fólico no producen síntomas y, o bien no se diagnostican, o son un hallazgo casual al hacerse un análisis por cualquier otro motivo. A veces no se observa anemia pero pueden verse glóbulos rojos de tamaño grande que hacen sospechar una
deficiencia de vitamina B12 o de ácido fólico. En casos mas graves puede aparecer:
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Anemia megaloblástica o macrocítica. Se caracteriza por un tamaño muy grande de los glóbulos rojos. Los síntomas son los mismos que los de cualquier tipo de anemia.
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Molestias en la piel o en la boca, con aparición de quemazón de lengua, llagas, aftas o boqueras.
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Algunos estudios han encontrado un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y de trombosis venosa profunda en las personas con falta de ácido fólico.
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Infertilidad (imposibilidad para tener hijos).
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Alteraciones psiquiátricas que pueden llegar a la demencia.
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En mujeres embarazadas la deficiencia de ácido fólico se asocia al nacimiento de niños con defectos en el tubo neural (meningocele, encefalocele, espina bífida) y también se ha asociado con labio leporino y paladar hendido.
¿Cómo se diagnostica el déficit de ácido fólico?
El diagnóstico del déficit de ácido fólico se realiza al encontrar una cantidad baja del mismo en sangre. Es frecuente también encontrar glóbulos rojos de gran tamaño. Posteriormente hay que evaluar la causa de la deficiencia de ácido fólico, para lo que puede ser necesario realizar nuevos análisis u otras pruebas.
¿Cuál es el pronóstico?
El pronóstico de la deficiencia de ácido fólico suele ser bueno con recuperación de la anemia y del resto de síntomas al poner el tratamiento adecuado.
¿Se puede prevenir?
La deficiencia de ácido fólico puede ser prevenida. Muchos países obligan a fortificar algunos alimentos con ácido fólico (harina, cereales) con lo que cada vez es más infrecuente su deficiencia. Las personas que reciben algunos tratamientos que reducen la cantidad de ácido fólico en sangre, las embarazadas, los pacientes en diálisis, o aquellos con algunas enfermedades crónicas, deben recibir suplementos de ácido fólico. Además, las mujeres embarazadas, deben recibir suplementos de forma preventiva para reducir la posibilidad de enfermedades neurológicas en el feto.
Tratamiento del déficit de ácido fólico
El tratamiento de la deficiencia de ácido fólico consiste en la administración de ácido fólico por boca. Incluso en personas con problemas en su absorción, la administración por boca de grandes cantidades de ácido fólico suele ser suficiente como para recuperar sus depósitos. El tratamiento suele administrarse durante algunos meses. Sin embargo en algunas circunstancias puede ser necesario administrarlo de por vida, por ejemplo en pacientes en diálisis o con enfermedades crónicas que hacen perder mucho ácido fólico. Antes de dar ácido fólico es importante descartar que haya una deficiencia de vitamina B12 y, por tanto, se debe determinar la cantidad de vitamina B12 en sangre mediante un análisis. Si se da ácido fólico a una persona con falta de vitamina B12 puede aparecer una enfermedad en los nervios que van a las extremidades
(polineuropatía), por ello habría que tratar primero el déficit de vitamina B12 si lo hubiera.
Ácido fólico y embarazo
Diversos estudios han demostrado que las mujeres que tienen un consumo bajo de ácido fólico presentan un mayor riesgo de tener niños con defectos en el tubo neural, como por ejemplo espina bífida. Por este motivo, se recomienda que las mujeres en edad fértil realicen una dieta rica en alimentos que contienen ácido fólico. En algunas mujeres se recomiendan suplementos de ácido fólico durante el primer trimestre del embarazo para prevenir este tipo de alteraciones.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.