Redacción / Javier Leo. Madrid
El Pleno del Parlamento Europeo que se celebra esta semana en Estrasburgo (Francia) ha dado luz verde este martes a un importante paquete legislativo que permitirá a la Comisión Europea (CE) vetar los presupuestos de los países de la eurozona con déficit excesivo o inmersos en un rescate financiero. A propuesta de los eurodiputados, la CE garantizará que los controles fiscales no afecten al crecimiento, el empleo y la inversión en educación y sanidad.
Pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia). |
La nueva legislación está formada por dos propuestas ('two pack'): la primera introduce normas de seguimiento, por parte de la CE, de los presupuestos de los países del euro, especialmente de aquellos inmersos en procedimientos por déficit excesivo. La ponente de este tema en el Parlamento es la socialista portuguesa Elisa Ferreira, que ha obtenido el respaldo a su informe con 526 votos a favor, 86 en contra y 66 abstenciones. Según ha comentado antes de la votación el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, "si hubiera estado esta reforma antes de la implantación del euro, la crisis no nos hubiera azotado con tanta fuerza ni habría tenido tantos costes sociales".
La segunda propuesta, aprobada con 528 votos a favor, 81 en contra y 71 abstenciones, se centra en la supervisión económica y presupuestaria de los Estados con graves problemas financieros o que solicitan un rescate. Jean-Paul Gauzès (PPE, Francia) es el responsable de este asunto en la Eurocámara. Estas normas otorgan a la Comisión más poderes para supervisar las cuentas nacionales y exigir a los Estados que revisen los proyectos presupuestarios que no se ajusten a sus recomendaciones e incumplan lo establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Además, los países rescatados o con graves problemas financieros serán objeto de una vigilancia continua a cargo del ejecutivo comunitario, con visitas periódicas e informes trimestrales sobre su situación económica y financiera. Si la CE concluye que la situación financiera de un país puede poner en peligro la estabilidad de la eurozona, el Consejo podrá recomendar, por mayoría cualificada y a propuesta de la Comisión, la introducción de un programa de ajuste macroeconómico.