Exterior de una oficina de farmacia.
El
fracaso terapéutico se debe, en parte, a la falta de adherencia a los medicamentos, lo que supone un importante problema de salud pública en el mundo. Un
estudio elaborado por la Federación Internacional Farmacéutica (FIP, por sus siglas en inglés) analiza el
papel de la farmacia en el uso de medicamentos en
personas mayores y propone
cinco consejos para que los farmacéuticos tengan éxito en la adherencia al tratamiento.
En primer lugar, el informe hace referencia a
nuevos servicios de medicamentos, que incluyan educación y asesoramiento de los pacientes por parte del farmacéutico cuando se dispensen nuevos medicamentos recetados, con sesiones de seguimiento en persona y asesoramiento telefónico durante las primeras semanas.
Es importante proveer a los pacientes mayores de sistemas personalizados de dosificación
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La revisión, educación y asesoramiento de pacientes y cuidadores cuando se dispensan medicamentos de repetición, con un refuerzo continuo cuando el momento correcto de administración de una dosis requiere una maniobra específica, como es el caso de los medicamentos inhalados.
También es importante la provisión de
sistemas personalizados de dosificación que faciliten la toma de la dosis correcta a la hora correcta, así como
sistemas para recordar a los pacientes que deben tomar sus medicamentos según lo prescrito.
En quinto y último lugar, el informe propone
simplificar los regímenes de medicación mediante la gestión de la polifarmacia, incluida la conciliación de los medicamentos introducidos por diferentes prescriptores o en diferentes entornos de atención, y la reducción de la frecuencia de la dosis.
Elementos esenciales
La Federación incluye, además,
tres elementos esenciales que serán necesarios en las intervenciones mencionadas anteriormente. Así, incide en la
comunicación efectiva con el paciente y el cuidador por parte de todos los miembros del equipo sanitario.
La FIP recomienda involucrar al paciente en la toma de decisiones sobre los tratamientos
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Aquí es importante
involucrar al paciente en el proceso de toma decisiones sobre los tratamientos, evaluar el estado cognitivo del paciente y su nivel de conocimientos sobre la salud establecer vínculos entre los profesionales sanitarios; permitir que la farmacia desempeñe su función de mejorar la comprensión del plan terapéutico; utilizar las tecnologías de la comunicación; y poner en práctica los servicios dirigidos por la farmacia para apoyar a los pacientes que toman nuevos medicamentos.
El segundo elemento es facilitar en la medida de lo posible a los pacientes mayores
la toma correcta de sus medicamentos. Esto implica mantener los regímenes de medicación tan simples como sea posible, revisarlos, proporcionar sistemas personalizados de dosificación, permitir que la familia apoye al paciente y proporcionar recordatorios.
Por último, el tercer elemento que propone la FIP es
respaldar el esfuerzo. Ninguna de las intervenciones descritas anteriormente es autosuficiente, y la adherencia sólo puede mejorar mediante la repetición de mensajes cada vez que surge la oportunidad, preguntar constantemente si el hecho de tomar el medicamento está causando algún problema y la observación de las técnicas de administración de dosis en forma regular y continua, y la realización de correcciones cuando sea necesario.
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