Tamaño del anticonceptivo permanente Essure.
Angélica del Valle vivió un calvario durante cuatro años. Ese fue el tiempo que tuvo implantado un muelle que liga las
trompas de Falopio y al que recurrió para frenar su descendencia tras su tercer parto. Dice que su experiencia no es la más “
dramática” porque conoce de cerca la historia de otras
600 mujeres que también vivieron las secuelas alérgicas que les ocasionó este dispositivo prohibido por la
Aemps. En la actualidad preside la
Asociación Afectadas por Essure que tiene como objetivo dar una atención "digna" a estas víctimas. Cuenta que el
dolor y la soledad ya han desaparecido, pero mantiene viva la llama para lograr que judicialmente se reconozca el "sufrimiento" ocasionado y para evitar que su historia se vuelva a repetir.
Implantación del anticonceptivo permanente en las trompas de Falopio.
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Su experiencia con el
anticonceptivo permanente de Bayer comenzó en 2010, ocho años después de que comenzara su comercialización en España, tras conocer la experiencia positiva que había tenido su hermana. Sin embargo, su ilusión se desvaneció a las 24 horas de llevarlo debido a la aparición de cinco
manchas en cada costado a la altura de las lumbares y de
granos por todo el cuerpo. Alertada, decidió acudir a
Urgencias donde le hicieron un reconocimiento en el que le preguntaron sobre los últimos medicamentos que había tomado. “Comenté lo del Essure, pero se descartó esa posibilidad, me comentaron que era imposible que provocara tales secuelas porque no poseía
ningún material alérgico”, puntualiza.
Su objetivo es dar una atención "digna" a las víctimas de Essure
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Los resultados del primer diagnóstico concluyeron que no había ninguna relación el anticonceptivo con su malestar físico. "Todo sigue su curso normal", le comentaron. A pesar de que tenía
dolores pélvicos y que el
sangrado comenzó a ser irregular, se autoconvenció de que estas manifestaciones por todo su cuerpo se debían a las hebillas de los pantalones o algún alimento que había ingerido y que no le había sentado bien.
Semanas más tarde, se pusieron en contacto con ella desde el hospital al que había acudido para explicarle que habían encontrado
otras pacientes con síntomas parecidos a los suyos en un centro sanitario de Andalucía. Todas las pacientes coincidían en algo: tenían implantado el Essure. Habían descubierto que el muelle estaba compuesto por níquel, un material al que, según descubrió a posteriori, era susceptible de provocar alergias. Aquí empezaba la complicación de su retirada porque, tal y como le explicaron, el anticonceptivo era permanente y producía la
oclusión de la trompa.
MISMA HISTORIA REPETIDA
Del Valle explica que, en un principio, solo el dermátologo le informó de que era necesario pasar por quirófano. “Los médicos me explicaron que la producción y comercialización del producto solo contemplaban la introducción pero no la retirada", y que al estar incrustado en las trompas de Falopio resultaba un paso "peligroso". "
No había experiencia previa" de que aquel mecanismo permanente que evitaba el quedarse embarazada ocasionara aquellas secuelas.
En un principio solo tenía constancia de que otras
27 víctimas habían experimentado alergia al níquel, pero cada vez iban apareciendo más. Poco a poco fueron apareciendo más mujeres con este problema, y hoy en día son 600 en España.
El objetivo de Angélica, y de la mayor parte de afectada por los efectos derivados de Essure, era la retirada del dispositivo. Sin embargo, ni siquiera quienes han recibido este tratamineto han visto en todos los casos finalizado su sufrimiento. “Un porcentaje alto de mujeres que han recurrido a la cirugía para retirar el Essure se han encontrado con que el dispositivo se ha partido y se ha quedado una parte dentro del útero”, cuenta. Un punto que complica el “
malestar” de estas pacientes ya que se les replantea una
histerectomía: quitar el útero.
Angélica del Valle, junto a otras afectadas en una reunión de la agrupación
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La presidenta de la asociación cuenta que la "mayoría" de las víctimas que han presentado un cuadro alérgico han tenido los mismos síntomas. Cuenta que, en ocasiones, el malestar es como los síntomas de estar embarazada ya que su
dolor pélvico aparició el primer día. Sobre el sangrado menstrual entre periodos explica que es algo "muy habitual" en el primer año de transportar Essure y que, desde los primeros seis meses, arrastró
picores vaginales. Estas eran solo algunas de las manifestaciones físicas, luego venían otras que no se ven.
“Era
incapaz de tener relaciones -sexuales-, recuerdo que lo
pasé muy mal durante esos cuatro años. Era consciente de que mi cuerpo estaba rechazando el muelle”, explica Angélica. Ese periodo es uno de los momentos en los que más "sola" se sintió de toda su vida. Fueron meses en los que no encontró la complicidad de contarle exactamente a nadie como se encontraba, porque no había otra persona conocida que se quejara de lo mismo. “Los médicos te dicen que estás bien y ves que tu sigues insistiendo en que estás mala”, alude a la multitud de consultas a las que acudió para que le diagnosticaran "nada".
de los daños a la retirada
El anticonceptivo de Bayer estaba diseñado para que, una vez implantado, no fuera retirado. Su diseño se efectuó para utilizarse como microinserto en las trompas de Falopio y actúa de manera mecánica provocando una reacción de cuerpo extraño que produce la oclusión en la zona.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) prohibió el pasado mes de agosto este dispositivo en España al serle retirado temporalmente el certificado europeo de comercialización, si bien no se cuestionaba la "relación de beneficio y riesgo" del dispositivo, que acumula denuncias por daños en todo el mundo. Un mes después, la propia compañía anunciaba el cese de la venta del dispositivo en Europa, alegando "razones comerciales" para ello.
2015, el fin de su calvario
Durante ese periodo acudió a servicios de Urgencia, a la Unidad de Digestivo, a Dermatología y fue al ginecólogo para hacerse una citología que le determinó que tenía la zona inflamada. En marzo de 2014 tenía molestias en el útero como si le fuera a “
reventar”. Entonces, "no recomendaban la cirugía para la retirada del dispositivo", comenta. Los fabricantes solo habían contemplado la implantación del muelle pero no su retroceso.
A principios de 2015 los facultativos le practicaron una cirugía para separar el muelle de las trompas de Falopio. Había escuchado que a otras víctimas se les había partido una parte del dispositivo durante la operación, lo que daba paso a una siguiente intervención quirúrgica.
Su malestar se desvaneció en cuestión de horas. La
pesadilla terminó cuando el producto de
Bayer Pharma fue retirado de su cuerpo. Era entonces cuando comenzaba su labor para dar voz al resto de víctimas que compartían su misma mala experiencia.
Angélica del Valle y Elena Fernández, de la Asociación Afectadas por Essure.
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Alerta activada en Madrid
En los últimos días se ha producido una reunión entre miembros de la asociación y representantes de la
Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Los trabajadores del Departamento han llevado a cabo un sistema de alarma que activan los profesionales sanitarios de todos los centros de la región para advertir de que están ante una posible víctima de Essure.
De este modo, se ha puesto a disposición de los médicos de
Atención Primaria una formación y un sistema de prevención para empezar, cuanto antes, su tratamiento.
Recabar pruebas
Presidir la asociación Afectadas implica contar con el mayor número de víctimas posible. El primer paso es darles una atención "digna" y hacerles entender que “
no están solas”. “Es necesario que se encuentre un método para retirar los dispositivos sin que se partan dentro del cuerpo y que ello lleve a quitar el útero”, alude Angélica para subrayar que el número de mujeres que viven con este mecanismo dentro después de la cirugía de retirada es “significativo”. Un error que implica una segunda intervención.
La otra finalidad que tiene la plataforma es recaudar los suficientes testimonios y pruebas para lograr una sentencia favorable que reconozca el error que experimentaron estas mujeres por este producto. "Solo así evitaremos que esta historia se vuelva a repetir".
“A las mujeres que han pasado por esto les recomiendo que se dirijan a la asociación, estamos encantadas de que vengan porque hay solución. Tienen que creer en sí mismas”, subraya. "No deben creer que están
somatizando el dolor".
La insistencia por solucionar lo que no estaba bien le ha facilitado que, en la actualidad, sea una mujer “plenamente feliz”. Su misión al frente de la asociación es la de dar una
asistencia solidaria, tanto médica como social, a las víctimas que de Essure. Llega al final de su historia pero insiste en el lema de su asociación: "No estáis solas".
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