La contaminación es responsable de unas 38.600 muertes en España.
La
Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) ha pedido este martes al Ayuntamiento de la capital que mantenga
Madrid Central por razones de salud, dado que hacerlo previene males y evita muertes, y permite una mejor calidad del aire.
Desde el Sespas aseguran que Madrid debe aspirar a ser una de las ciudades europeas que apuesten decididamente
"por la salud de todas las poblaciones y por la salud del planeta".
En este sentido, el organismo recuerda en un comunicado que, según la
Agencia Europea de Medio Ambiente, la contaminación es responsable cada año de cerca de
38.600 muertes prematuras en España.
El recién elegido
alcalde de Madrid,
José Luis Martínez Almeida, del Partido Popular, determinó una
moratoria desde el pasado por la cual no se impondrían
multas a los conductores que entraran de forma indebida en el perímetro de Madrid Central, tal y como había acordado el gobierno de su antecesora,
Manuela Carmena.
Un juez anula la moratoria
A pesar de esta decisión, cuatro días más tarde
un juez paralizó esta medida del Ayuntamiento, a quien dió un plazo de tres días para presentar alegaciones.
Madrid Central protege la salud de los ciudadanos, la actual y la futura
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Sespas considera esta medida "muy razonable" al tiempo que exige al consistorio madrileño el cumplimiento de la legislación vigente en materia de salud pública al Ayuntamiento de Madrid y a la
Autoridad Sanitaria Estatal.
Del mismo modo, insta al Ayuntamiento madrileño a que "preserve
los esfuerzos adoptados previamente para reducir la contaminación atmosférica, y que los amplíe para poder progresar".
"Madrid Central protege la salud de los ciudadanos, la actual y la futura, porque
previene enfermedad y muertes evitables mientras promueve la actividad física", dice esta Sociedad tras recordar que
"la contaminación atmosférica condiciona mucho la salud colectiva".
Los motores de los vehículos, los grandes emisores
Asimismo, recuerda cómo las concentraciones elevadas de contaminantes en las ciudades grandes se deben especialmente a las emisiones de los
motores de los vehículos, especialmente de los
diesel, y se traducen en niveles relativamente elevados de partículas en
suspensión de óxido de nitrógeno (NO2) y en algunos casos del ozono.
También insiste este organismo en que las partículas en suspensión, especialmente las más finas, como l
os óxidos de nitrógeno y el ozono, que son respirables y llegan hasta los alveolos, "influyen negativamente en la salud y afectan a toda la población".
La contaminación del aire, sostiene Sespas, aumenta los ingresos hospitalarios y las muertes por problemas cardíacos y vasculares, bronquitis, asma y otras enfermedades respiratorias, además de
aumentar el riesgo de recién nacidos prematuros y con bajo peso, y de alterar el desarrollo neurológico en la infancia.
"Además,
vivir en una zona con mayor contaminación del aire comporta más riesgo de sufrir cáncer respiratorio a largo plazo", apunta, a la vez que asegura que varias grandes ciudades españolas "superan los niveles medios admisibles para algunos contaminantes, o el
número máximo de días con concentraciones superiores a los definidos en la normativa" y recomendados por la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
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