Los psicólogos crean una bolsa de especialistas en atención a víctimas de violencia laboral

Redacción. Madrid
El aumento de la violencia laboral en España amenaza con convertirse en un grave problema de salud pública, con incalculables costes, tanto para la víctima como para las empresas y el erario público, debido a las numerosas bajas por enfermedad que provoca. El Observatorio Independiente sobre el Ambiente Laboral-ATM (Oiala), integrado por representantes legales de trabajadores del Ayuntamiento de Madrid, y el decano del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, Fernando Chacón, han firmado este martes un convenio, con el fin de crear una bolsa de especialistas en atención a este tipo de víctimas.

Javier Villagrán, del Observatorio Independiente sobre el Ambiente Laboral; y Fernando Chacón, decano del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.

Los psicólogos colegiados que formarán parte de este cuadro de profesionales estarán especializados en la evaluación y tratamiento de riesgos psicosociales en el ambiente laboral. Este convenio está dirigido específicamente a los empleados de la Agencia Tributaria del Ayuntamiento de Madrid pero nace con vocación de ampliarlo a todos los trabajadores y funcionarios municipales.

Además del decano del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid ha asistido a la firma del convenio Javier Villagrán, que ha rubricado el acuerdo como representante del Oiala, y Carlos Sanz, presidente de la Plataforma contra el Mobbing y la Discriminación Laboral (Pridicam), una entidad sin ánimo de lucro que en los últimos tres años ha atendido, en toda España, a 470 víctimas de acoso en el trabajo, la inmensa mayoría de ellos empleados públicos (entre el 70 por ciento y el 80 por ciento de los afectados). Sólo en lo que va de año, 160 trabajadores han solicitado ayuda en Pridicam, que ofrece asesoramiento psicológico, psiquiátrico y jurídico gratuito.

2,5 millones de trabajadores afectados

Otros datos que reflejan el elevado nivel de incidencia de violencia psicológica en el entorno laboral son los que aparecen en la encuesta realizada para el Barómetro Cisneros que revela que un 13 por ciento de los trabajadores en activo (más de 2,5 millones) declaraban sufrir mobbing, una cifra que se había incrementado un 43 por ciento en sólo dos años.

Entre las causas que están detrás de este comportamiento delictivo, el barómetro señala la envidia por parte del acosador (33 por ciento); el éxito profesional de la víctima (26 por ciento);  y la reivindicación de derechos laborales y el éxito personal por parte de quien lo sufre (16 por ciento).  Y también apunta factores como el ser diferentes a los demás; solidarizarse con otras víctimas; no querer participar en ilegalidades o fraudes; por razón de género, o incluso mobbing maternal, que en 2009 se situaba en el 5 por ciento.

Según un informe de la Unión Europea, los trabajadores sometidos a este tipo de circunstancias presentan un claro y notable aumento de problemas de salud mental y malestar psicológico, que se manifiestan principalmente en irritabilidad, dolor de estómago, problemas de sueño y ansiedad. Respecto a su salud física, presentan un mayor número de síntomas en comparación con el resto de la población de trabajadores activos.

En concreto, el 40 por ciento de los trabajadores expuestos a acoso laboral informaron de 6 o más síntomas físicos de un total de una lista de 17, frente al 15 por ciento de la población. Los síntomas más comunes fueron problemas de audición, de visión, alteraciones cutáneas, dolor de espalda, dolor de cabeza, dolor de estómago, dolores musculares, dificultades respiratorias, trastornos cardiovasculares, fatiga generalizada, problemas de sueño, alergias, ansiedad, irritabilidad y lesiones. Toda esta sintomatología suele derivar en bajas prolongadas por enfermedad e incluso en suicidio.