Los estudiantes con TEA requieren adaptaciones adicionales en su formación como médicos.
Las
prácticas de Medicina son un camino tan complicado como emocionante, ya que a las ganas de
pasar de los apuntes a casos reales se añade la dificultad real que conlleva la profesión. Es por ello que algunos estudiantes viven situaciones angustiosas durante esta etapa formativa, especialmente cuando no reciben un buen trato por parte de sus profesores o compañeros, y las inseguridades entran en juego.
Esto se complica aún más para aquellos que necesitan adaptaciones en su aprendizaje y nos las reciben. Es el caso de una estudiante con
autismo, que ha explicado a través de X (antiguo Twitter), el último episodio desgradable que ha vivido en su clase durante un ejercicio práctico. Al tener que analizar unas
muestras de orina, ha decidido seguir las
recomendaciones de su psiquiatra y explicarle a su profesora sus "serios problemas con los fluidos corporales".
Pero la
reacción de su docente no ha sido la esperada, ya que pese a eximir a la alumna de la tarea, esta última se ha visto obligada a 'pagar' a cambio "un precio": "Me ha sermoneado", explicaba la
estudiante, asegurando que le ha ennumerado varias pruebas clínicas que ella desconocía y le ha preguntado cómo podría hacerlas en un futuro dada su condición.
La futura médica es consciente del camino personal que le espera para desempeñar su profesión, ya que admite que tendrá que "superar muchos retos", y que deberá encararlos "poco a poco". No obstante, también es consnciente de que será más sencillo en
condiciones óptimas, ya que el aula universitaria complicaba la situación: "No es lo mismo tener que lidiar con la orina en un ambiente adecuado, a tener que hacerlo en una sala con 43 vasos de orina y 43 estudiantes chillando y corriendo".
También ha señalado que el cumplimiento de los protocolos necesarios para manipular este tipo de muestras era cuestionable en la clase, empezando por la propia docente: "Tenía que pinchar el dedo a los alumnos y lo hacía con los
guantes manchados de sangre, uno tras otro, sin cambiárselos". Al observar estas conductas tan incómodas para ella, ha llegado a plantearse ser "mala estudiante y mala médico".
Falta de "rigor" en las aulas de Medicina
Lo esperara o no, la autora del
post ha recibido múltiples
muestras de apoyo entre las respuestas a su mensaje. La mayoría de ellos han señalado que sus quejas son normales, ya que estas actividades, aunque sean formativas, han de realizarse bajo unos
estándares mínimos y en un
entorno aséptico.
De hecho, muchos han señalado que lo que pide la estudiante es simplemente "rigor", y que su razonamiento es lógico independientemente de que sea
autista: "No es un defecto, es una virtud. La virtud que te hará ser una
excelente médico."
También ha habido quienes han aprovechado para mostrarle a la futura médica su desacuerdo con la docente a la hora de afrontar la situación. Pese a la tónica negativa de otras respuestas en las que algunos usuarios
cuestionaban las capacidades de la joven para ser facultativa, otros han querido animarle a perseguir su sueño pese a las adversidades.
Estos últimos le han recordado que "hay muchas formas de dedicarse a la
Medicina", y que las adaptaciones que requiera para ello pueden ir cambiando a lo largo del tiempo, y por tanto puede mejorar progresivamente.
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