Ola de solidaridad tras el suicidio por acoso de una residente: "Durísimo"

La erradicación del mobbing laboral sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra sociedad. A pesar de que cada vez hay una mayor concienciación sobre este problema, la realidad es que todavía hay personas que lo siguen sufriendo en su día a día. Dentro de los hospitales esto también ocurre, y la trágica y triste noticia del suicidio de una R1 de Cirugía General en Colombia, según han informado tanto medios nacionales como internacionales, ha generado una oleada de indignación y rabia entre los profesionales del sector sanitario.

Uno de los médicos que ha mostrado su rechazo ha sido Juan Carlos Lorite (@PerritoDelMir), R3 de Endocrinología, quien ha querido dar visibilidad a lo que ha ocurrido a través de un mensaje en X, antiguo Twitter. En él, ha explicado que la víctima, presuntamente, llevaba sufriendo acoso laboral "durante meses". “La impunidad sigue campando a sus anchas en la Medicina actual, que sigue llena de abusos de poder y silencios cómplices”, ha plasmado en su perfil. 

la semana pasada se suicidó una R1 de Cirugía General tras meses de acoso por parte de sus adjuntos.

la impunidad sigue campando a sus anchas en la medicina actual, que sigue llena de abusos de poder y silencios cómplices pic.twitter.com/W0A5pZiepF

— Perrito del MIR  (@PerritoDelMir) July 25, 2024

Para Lorite, lo que le ha ocurrido a Catalina Gutiérrez es solo la "punta del iceberg" de todo lo que hay detrás en relación con el mobbing laboral dentro de la sanidad. Aunque este médico ha reconocido a Redacción Médica que la mayoría de situaciones de acoso no terminan con un “desenlace fatal”, es algo que ocurre de forma “muy habitual” durante el MIR y te marca “para siempre”, aunque la víctima pueda “seguir adelante”. “Todos hemos visto a algún adjunto acosar a un residente de manera continuada. Ojalá fuera algo excepcional, pero no lo es. La Medicina sigue siendo muy jerárquica. Los adjuntos tienden a replicar las dinámicas que sufrieron cuando ellos estaban en formación. Es necesario romper el ciclo”, ha enfatizado este futuro especialista.

Junto a su mensaje, Lorite también ha adjuntado la carta que dejó Gutiérrez a sus compañeros de residencia antes de suicidarse. En ella, les agradece las enseñanzas dadas e indicaba que “siempre” les llevará en su corazón. “Ustedes sí pueden. Ánimo”, concluía.

El suicidio de una MIR indigna a los médicos

Tras la publicación de lo ocurrido varios profesionales sanitarios se han llevado ‘las manos a la cabeza’ y han querido dar su opinión sobre este tema. Entre ellas una médica, quien no daba crédito a lo que había pasado. “No puedo creer que todo el sufrimiento que ha pasado esta facultativa vaya a quedar impune (...) Le han destrozado la vida y ojalá paguen por ello y no vuelvan a tener paz en su miserable vida”, ha escrito notablemente molesta.

Una opinión similar es la que ha compartido Blanca Usoz, quien ha subrayado que lo ocurrido es un “horror”. “Hay que defender a todos de los riesgos para su salud del trabajo. Todos no son iguales, pero sí deben estar protegidos”, ha trasladado esta médica.

Suicidio tras mobbing laboral

De hecho, algunos médicos han indicado que han tenido situaciones similares y que han contemplado también la idea de “quitarse del medio”. “Me transformé en mi sombra. No hablaba. Llegamos al punto en que, si entraba yo en la habitación, ni me daban los buenos días. Fue durísimo y ni lo cuento todo. Fui a terapia, entre una guardia y otra, y sobreviví. Mucho ánimo”, ha explicado un facultativo.

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Un médico que sufrió mobbing laboral: "También contemplé la idea de quitarme de en medio. Llegamos al punto en que, si entraba en la habitación, ni me daban los buenos días. Fue durísimo"

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Precisamente la necesidad de acudir a terapia cuando ocurre un caso de mobbing laboral es algo que han resaltado varios de los profesionales sanitarios que han opinado en el hilo. “Es tan importante…”, ha afirmado Andrea García, médica.

Para concluir, el oftalmólogo Francesco Moroli ha querido dejar un mensaje para aquellos MIR que estén en una situación similar al de la víctima. “El suicidio nunca es la solución y ningún médico debería valorarlo. Trabajamos cerca de la muerte, con personas que no quieren morir. Creo que los residentes deberían tener revisiones psicológicas obligatorias”, ha enfatizado.