Estudiantes preparando el MIR.
El
examen MIR 2025 está a la vuelta de la esquina. En poco más de 20 días, miles de
graduados en Medicina se enfrentarán a la prueba que determinará los próximos cuatro años de su trayectoria profesional o incluso el resto de su carrera. Los nervios y las inquietudes afloran entre montañas de apuntes y la pantalla tintineante del ordenador. Los candidatos se centran en la
cuarta y última vuelta al temario de la prueba de acceso a las vacantes de
Formación Sanitaria Especializada (FSE). Una fase en la que los estudiantes pasan por todo tipo de emociones, desde el cansancio hasta la desesperación. Incluso, a alguno, le da lástima no volver a tocar alguna de las materias.
Por norma general, la proximidad del
sábado 25 de enero -fecha en la que se llevará a cabo la prueba- provoca
ansiedad en los aspirantes, que sienten como la dificultad del temario se incrementa. "Literal la cuarta vuelta es como los niveles del Mario -videojuego de plataformas-, cada vez más difícil la asignatura", ha comentado María, titulada en Medicina, a través de la red social X. También
incomprensión, al no entender la incidencia en determinadas especialidades frente a otras. "Que no haya ningún día de Dermatología, cuando el año pasado cayeron ocho preguntas...", ha lamentado María Fuentes.
Algunos incluso comparan la dureza de las pruebas relacionadas con esta última vuelta con un campo bélico. "La evaluación de la cuarta vuelta es más criminal que lo de Yugoslavia", ha indicado Pablo, quien se prepara para conseguir una de las
9.007 plazas de residente que se ofertan en la convocatoria de este año,
la mayor de la historia del Sistema Nacional de Salud (SNS). Ante tal panorama, otros convocan a los astros para atraer la fortuna durante las semanas previas al examen. "Manifestando que salga bien", ha señalado otra candidata.
Un cierto grado de nostalgia
Sin embargo, no todas las emociones que provoca el
MIR están relacionadas con el malestar. Entre el cansancio y los nervios, también hace acto de presencia
la nostalgia. Y es que hay estudiantes que intuyen que la cuarta vuelta será la última vez que estudiarán alguna asignatura de la que disfrutan. "Me pone triste no volver a tocar Psiquiatría porque me gusta un montón", ha indicado Pau en sus redes sociales.
Evitar la vorágine de sentimientos que provoca el MIR es complicado, pero las academias
recomiendan ceñirse al calendario y la rutina como mejor respuesta. Mantener los hábitos de estudio es fundamental, al igual que descansar en los momentos fijados. Y es que, por muy cerca que esté el examen,
no se aconseja sobrepasar el tiempo frente a los libros. Esto puede derivar en una mayor crispación, lo cual no es favorecedor para mantener los niveles de repaso que exige la cuarta y definitiva vuelta.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.