Imagen de la cuenta de Twitter del Hospital Universitario de Coventry
A sus 90 años,
Margaret Keenan ha conseguido pasar a la historia como la
primera mujer en vacunarse contra la Covid-19 al margen de los ensayos clínicos. Algo que no podría haber hecho de no ser por
May Parsons, la
enfermera encargada de administrarle el tratamiento de Pfizer. La profesional del Hospital de Coventry, en Reino Unido, se mostró orgullosa de poder formar parte de la campaña de vacunación y ayudar así a frenar la pandemia.
"Obviamente
estamos haciendo historia" declaró al canal CNN la sanitaria, de origen filipino, tras suministrar la vacuna a
Margaret Keenan, de 90 años en el ya conocido como
V-Day, Día de Vacunación.
"Estamos promoviendo algo posiblemente histórico y creo que solo así podremos detener la devastación", afirmó la sanitaria que considera "un
gran honor" haber sido la primera "perosna del país en administrar una vacuna de Covid-19 a un paciente". El segundo en pasar por sus manos fue
William Shakespeare, de 81, cuya fama, a partir de ahora, irá más allá de su nombre.
Preguntada sobre cómo se sentía en un momento tan trascendental, la profesional, con más de
24 años de experiencia a sus espaldas, aseguró que su principal preocupación fue "seguir la política marcada" y hacer que Margaret se sintiera "cómoda y segura". "Como enfermera, para mí es muy importante saber que las
personas vulnerables estarán a salvo y protegidos", explicó Parsons en otra de las muchas entrevistas concedidas a los medios locales.
De hecho, las personas
mayores de 80 años, junto con el personal sanitario, serán los primeros grupos en vacunarse en la campaña iniciada este martes en Reino Unido. En las próximas semanas, está previsto que se administren hasta
800.000 dosis de la vacuna en el país.
Para Parsons, esta vacuna supone algo "muy positivo" entre todas las cosas "negativas" que han tenido lugar este año. "Parece que hay luz al final del túnel", explicó la profesional, tras unos meses difíciles para todos.
Tras ser la primera en vacunarse, Margaret animó al resto de ciudadanos, incluso a los más escepticos, a seguir su camino y recibir el
tratamiento contra el coronavirus. "Yo diría que lo hagan porque es gratis y es lo mejor que ha sucedido nunca", explicó la paciente, contenta de poder "pasar tiempo" con su familia y amigos en
Año Nuevo, "tras pasar buena parte del año sola".
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