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23 abr. 2019 18:01H
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MADRID, 23 (EUROPA PRESS)

Un estudio internacional demuestra que las personas blancas les resulta difícil distinguir entre sonrisas genuinas y falsas en las caras negras, el motivo es que no suelen mirar a los ojos de las personas de piel negra por considerarlas de un grupo distinto al suyo; esto no ocurre al contrario, es más fácil para una persona de color observar las emociones faciales.

En este estudio, en el que ha participado una investigadora de la Universidad de Granada, se recuerda que la identificación precisa de la emoción es importante para la interacción social en general, pero especialmente en entornos interraciales, que son propensos a malinterpretaciones y malentendidos.

En concreto, los científicos han comprobado que a las personas blancas les resulta difícil distinguir entre sonrisas genuinas y falsas en las caras negras -es decir, distinguir la auténtica alegría de la impostada-, y esto ocurre porque no les miran a los ojos, al considerarlas personas de un grupo distintos al suyo (exogrupo).

La identificación precisa de la emoción es importante para la interacción social en general, pero es especialmente importante en entornos interraciales que son propensos a malinterpretaciones y malentendidos. Y es que, cuando la identificación emocional en otras personas se ve afectada, la comunicación se inhibe y, en última instancia, puede dar lugar a resultados negativos, incluso trágicos.

Investigaciones anteriores ya habían demostrado que percibimos de manera más pormenorizada y precisa a los miembros de los grupos a los que pertenecemos (endogrupos) en comparación con los miembros de los grupos a los que no nos consideramos pertenecientes (exogrupos). De hecho, varios trabajos han sugerido que los blancos en los Estados Unidos tienden a percibir las caras negras como más enfadadas que las caras blancas.

Ahora, los investigadores de este estudio querían ver si se producen sesgos similares en la identificación de emociones para emociones positivas, como la felicidad o la alegría. Los científicos llevaron a cabo una serie de seis experimentos con más de 425 participantes. En algunos de estos experimentos, los participantes eran todos blancos; en otros, todos eran negros; y en algunos, participaron una mezcla de ellos que también incluyó a minorías no negras.

Según explican, en todos ellos a los participantes se les mostraba rostros de personas blancas o negras sonrientes y se les pedía que calificaran el nivel de felicidad que percibían en ellas. Algunas caras mostraban una sonrisa genuina, mientras que otras eran sonrisas forzadas o falsas.

Mediante un equipo de 'eye tracking', demostraron que prestar atención a los ojos de las personas también facilita la detección de características importantes en la percepción y en la formación de impresiones sobre las mismas, "como por ejemplo la distinción entre emociones genuinas o falsas e impostadas", explica Rosa Rodríguez Bailón, catedrática del departamento de Psicología Social de la UGR y una de las autoras de este estudio.

LOS BLANCOS DISTINGUEN MEJOR A LOS BLANCOS

Dentro del estudio observaron que los participantes blancos fueron capaces de distinguir mejor si las sonrisas de una serie de personas, de las que se les mostraba una fotografía, eran genuinas o falsas cuando estas fotografías pertenecían a personas también blancas como ellos que cuando eran personas negras.

Esta diferencia no aparecía en el caso de las personas de color, que eran capaces de discriminar la felicidad verdadera de la postiza de la misma manera tanto en personas blancas o negras.

"Además, hallamos que el tiempo que los participantes blancos dedicaban a mirar a los ojos de las fotografías de personas blancas explicaba esta diferencia. De nuevo, cuando a los participantes blancos se les instaba a mirar a los ojos de las personas blancas y negras igualmente desaparecía esta diferencia", señala la catedrática de la UGR.

Los resultados de estos estudios, y de algunos otros en desarrollo actualmente, ponen de manifiesto la importancia de la atención a la mirada para explicar cómo nos formamos impresiones sobre los demás, así como algunos efectos robustos mostrados en la literatura científica sobre la percepción y las impresiones de personas de otros grupos.

"Fijándonos en la mirada es más probable que podamos prevenir algunos de los efectos nocivos de la falta de predicción y desconfianza que nos provocan las personas de otros grupos distintos al nuestro", concluye la investigadora de la UGR.

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