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2 ene. 2025 12:23H
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El Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla advierte de la importancia de consensuar entre padres, abuelos y familiares, siendo los padres los que deben guiar los objetivos y expectativas, así como limitar a uno o dos regalos por cada uno, dependiendo del número de familiares, para evitar el síndrome del niño hiperregalado.

El jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, Rafael Espino Aguilar, subraya que, como pediatras, deben velar por la salud física y mental de los niños y, “en una sociedad de consumo como la que nos ha invadido, establecer prioridades parece necesario y justificado”. “Cada familia debe adecuar su estructura a las necesidades de cada niño, que se sienta feliz por la calidad de lo que recibe y no por la cantidad”, añade.

Es por ello que Espino Aguilar resalta que “no romper o fracturar la ilusión es un pilar básico en el desarrollo de la infancia”, si bien el exceso “nunca es bueno”, por lo que aconseja buscar el equilibrio entre lo que hay y lo que se precisa, favorecer el desarrollo emocional (las emociones adquiridas en los primeros años nos acompañan toda la vida), evitar la decepción, y en su caso, saber gestionar la misma para transformarla en positivo; así como fomentar la lectura, ya que, según el especialista, “se está produciendo un resurgimiento de los libros infantiles con formatos adecuados a los nuevos avances editoriales que deben cubrir los espacios libres desde las primeras edades” .

Por su parte, el pediatra Andrés Osuna Vera apunta también a la adecuación del juguete según la edad y la seguridad.  “Debe tener las garantías de la agencia estatal acreditada, en la Unión Europea (UE) debe contener el distintivo de CE, lo cual garantiza que ha sido evaluado, es seguro para el niño y contiene las instrucciones para su uso en castellano”, indica. En líneas generales, el especialista asegura que los juguetes no tienen por qué ser sofisticados o complicados, “mientras menos hace el juguete, más hace el niño”.

En cuanto a la selección del juguete, se aconseja siempre incluir juguetes que favorezcan la imaginación/simulación, bien sea de figuras --muñecas, animales, superhéroes-- u objetos comunes --coches, aviones, trenes, cocinas--, al usarlos el niño interpreta roles o imita situaciones. “Hay que recordar que la imaginación es clave para el desarrollo emocional y social del niño”, señala Osuna Vera, quien recomienda también aquellos que desarrollan la motricidad gruesa --bicicletas, patinetes, bloques, moldes-- o motricidad fina como juegos de encajar.

Para niños grandes y adolescentes, es fundamental incluir juguetes que favorezcan su desarrollo personal e intelectual, como el arte, música, lectura o juegos que puedan compartirse en familia tales como los juegos de mesa.

En relación a los juegos de pantalla, videojuegos o digitales, a juicio del pediatra Osuna Vera, debe limitarse el tiempo de uso de pantallas, incluyendo televisión, “a menos de una hora para mayores de 2 años y evitarse a toda costa en menores de 2 años”. “Los niños menores de 5 años no deberían jugar con videojuegos y, en caso de usar ordenador, se sugiere siempre la compañía de algún adulto”, asevera. Por último, en relación a los móviles o nuevas tecnologías como regalos, se estima que entre los 10 y 15 años casi el 70% de los niños tienen móviles, por lo que aconseja “siempre la supervisión de los padres, limitar el tiempo y establecer reglas de uso”.
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