MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Los pollos que están modificados genéticamente para producir proteínas humanas en sus huevos pueden ofrecer un método rentable para producir ciertos tipos de medicamentos, según ha hallado un estudio de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido).
El informe, que inicialmente se centró en la producción de proteínas de alta calidad para su uso en investigación científica, ha descubierto que los medicamentos funcionan al menos tan bien como las mismas proteínas producidas con los métodos existentes.
Los huevos ya se usan para cultivar virus que se usan como vacunas, como la de la gripe. Este nuevo enfoque es diferente porque las proteínas terapéuticas están codificadas en el ADN de la gallina y se producen como parte de la clara de huevo. Se pueden recuperar altas cantidades de proteínas de cada huevo usando un sistema de purificación simple y no hay efectos adversos en los propios pollos, que ponen los huevos de forma común.
El equipo se centró inicialmente en dos proteínas que son esenciales para el sistema inmunológico y tienen un potencial terapéutico: una proteína humana llamada 'IFNalpha2a', que tiene poderosos efectos antivirales y anticancerígenos; y las versiones para humanos y cerdos de una proteína denominada 'macrófago-CSF', que se está probando como terapia que estimula los tejidos dañados para repararse a sí mismos.
Solo tres huevos fueron suficientes para producir una dosis clínicamente relevante del medicamento. Como los pollos pueden poner hasta 300 huevos al año, los investigadores dicen que su enfoque podría ser más rentable que otros métodos de producción para algunos medicamentos importantes.
Aún no han producido medicamentos para su uso en pacientes, pero los científicos creen que el estudio ofrece una prueba inicial de que el sistema es "viable" y que podría "adaptarse fácilmente" para producir otras proteínas terapéuticas.
"Aún no estamos produciendo medicamentos para las personas, pero este estudio muestra que los pollos son comercialmente viables para producir proteínas adecuadas en estudios de descubrimiento de fármacos y otras aplicaciones en biotecnología", asegura Helen Sang, del Instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo, una de las autoras de este estudio, que se ha publicado en la revista 'BMC Biotechnology'.