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19 mar. 2024 12:46H
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MADRID, 19 (EUROPA PRESS)

Un estudio liderado desde la Escuela Nacional de Sanidad (ENS) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) muestra el alto nivel de exposición de los niños y adolescentes españoles a publicidad televisiva de alimentos y bebidas poco saludables, con al menos 10 impactos diarios de este tipo de anuncios, la mayoría fuera del horario de protección infantil.

Además, se ponen de manifiesto importantes desigualdades socioeconómicas, ya que la exposición de los niños de clase baja es el doble que la de los niños de clase alta, según muestra el trabajo que se ha publicado en la revista 'BMC Public Health'.

"Para proteger a los menores españoles de los efectos nocivos de la publicidad televisiva de alimentos y reducir las desigualdades sociales en salud relacionadas, una regulación efectiva requeriría la implementación de una línea divisoria de las 24.00 horas para la publicidad televisiva de alimentos no saludables", madvierten entre sus conclusiones.

Utilizando una muestra de casi 2000 niños, niñas y adolescentes de entre 4 y 16 años, los investigadores han estudiado este panel de consumidores representativo de la población española en este grupo de edad durante una semana completa de emisión de publicidad en televisión. La exposición se midió con un audiómetro y el contenido nutricional de los alimentos y bebidas anunciados se analizó utilizando el perfil nutricional de la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En cuanto a la distribución horaria de los impactos publicitarios, se observó que un tercio de los mismos se producen en horario de 20.30 a 24.00 horas, un dato muy relevante a la hora de diseñar una regulación que proteja eficazmente a los niños. Los participantes vieron una media semanal de 82,4 anuncios de alimentos y bebidas, 67,4 de los cuales eran de productos poco saludables (81,8%), la mayoría de ellos fuera de la franja horaria de protección infantil.

Los niños españoles recibieron una media de 10 impactos (cada impacto equivale a un visionado) diarios de anuncios televisivos de alimentos y bebidas poco saludables. Los resultados señalan que los menores de clase social baja recibieron un 94,4% más de impactos de la publicidad de alimentos y bebidas no saludables que los participantes de clase alta (99,9 impactos semanales frente a 51,4).

Además, la cobertura publicitaria de alimentos y bebidas no saludables (porcentaje de niños que vieron cada anuncio) fue un 71,6% mayor en los participantes de clase baja que en los de clase alta.

El trabajo está coordinado por Miguel Ángel Royo-Bordonada y Elena Ordaz Castillo, investigadores de la Escuela Nacional de Sanidad del ISCIII, y la segunda autora es Cristina Cavero Esponera, del Hospital Central de la Cruz Roja San José y Santa Adela, en Madrid, y estudiante de la Universidad Nacional de educación a Distancia (UNED), que está realizando su tesis doctoral en la ENS bajo la dirección de RoyoBordonada.

También participan en la investigación Cristina González Díaz, directora del grupo de investigación Comunicación, Alimentación y Consumo en la Universidad de Alicante, y María Mar Romero Fernández, del Hospital de Santa Bárbara de Puertollano, en Ciudad Real.

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