MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La asesora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Krista Kruja ha señalado este lunes que la agencia sanitaria propone a los Estados miembro que consideren revisar o evitar iniciar nuevos programas de cribado a nivel poblacional de la diabetes tipo 2, prediabetes y del riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV).
Así lo ha indicado en un seminario web organizado por la Oficina regional de la OMS para Europa (OMS/Europa) para abordar cuál es la evidencia existente sobre los cribados a nivel poblacional para las ECV y la diabetes, realizado con el objetivo de dilucidar cómo pueden los países mejorar la detección de estas enfermedades y, a la vez, mejorar los resultados sanitarios.
Junto a esto, la experta de la OMS ha indicado que entre las principales consideraciones políticas propuestas por la agencia sanitaria se encuentra también que los países puedan explorar enfoques alternativos de cribado para mitigar la diabetes tipo 2 y sus complicaciones, así como para lograr los resultados deseados en lo que respecta a reducir la carga de enfermedades cardiovasculares.
Por último, ha señalado que, cuando tales programas de detección estén en marcha o se estén implementando de todos modos, sería útil realizar investigaciones adjuntas a estos programas de cribado para medir su impacto en los resultados de salud, así como su impacto en los costos del sistema de salud.
Estas consideraciones propuestas por la OMS surgen a raíz de las conclusiones reveladas por investigaciones que se han publicado recientemente, tres de ellas expuestas durante este encuentro, que señalan que los cribados ayudan a la detección de enfermedades, pero no necesariamente mejoran los resultados de salud.
Con todo ello, la OMS quiere continuar investigando para saber qué pueden hacer los países para mejorar la detección de enfermedades de una manera que también mejoren los resultados en salud, con el objetivo de cerrar esta "brecha" entre cribado, ayuda y detección.
CONCLUSIONES BASADAS EN EVIDENCIA
Las acciones que ha puesto en marcha la OMS/Europa en este sentido se sitúan en un contexto de preocupación por la situación de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2 en la región europea.
"Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en el conjunto de la región europea. El principal factor de riesgo es la hipertensión, que provoca alrededor del 24 por ciento de las muertes y el 13 por ciento de las discapacidades. Los casos de diabetes están aumentando, como lo muestra un nuevo informe de la OMS publicado esta semana. Y muchas personas con diabetes también correrán un mayor riesgo de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares", ha advertido la responsable del departamento de ECV y diabetes de la Oficina regional de la OMS para Europa, Jill Louise Farrington.
Para detectar mejor estas enfermedades a la vez que se impulsan los resultados sanitarios, una de las herramientas por las que se suele apostar, y que es muy popular en Europa, son los cribados. Sin embargo, Farrington ha aseverado que estos no se realizan siempre del modo correcto y no siempre llevan a alcanzar mejores resultados en salud.
Respecto a esto, el investigador de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) Torben Jorgensen ha presentado un estudio de revisión que trató de responder si era posible reducir las ECV haciendo cribados sistemáticos en la población. Según ha explicado Jorgensen, el estudio concluyó que el cribado poblacional de los factores de riesgo de las ECV y de las ECV preclínicas puede "no ser el camino correcto" para reducir la carga cardiovascular en la sociedad.
En el caso de los cribados para ECV preclínica la evidencia es más dudosa, aunque puede haber un pequeño impacto en la literatura tomada en cuenta, los efectos adversos no fueron considerados, ha explicado.
Por su parte, la investigadora Sian Taylor-Philips, de la Universidad de Warwick (Reino Unido), ha presentado dos estudios sobre este ámbito. El primero de ellos investigó el efecto del cribado a nivel poblacional de adultos asintomáticos, diabetes tipo 2 y prediabetes. Para ello, atendieron a evidencia directa e indirecta, pero, según ha apuntado, falta evidencia para poder responder a la pregunta que se planteaban.
El segundo de los estudios presentados por Taylor-Philips trató de averiguar la eficacia de las intervenciones farmacológicas y del estilo de vida en personas con prediabetes y si estas medidas previenen complicaciones. Para ello, encontraron 51 ensayos informados en 72 artículos, 12 de intervenciones farmacológicas, sobre varios fármacos diferentes, 34 de intervenciones en el estilo de vida y cinco que incluían ambos.
Las conclusiones del estudio revelaron que las intervenciones farmacológicas y de estilo de vida reducen la progresión de la diabetes tipo 2, pero se desconode si mejoran los resultados de salud, pues no hay evidencia al respecto. Además, indicaron que las intervenciones farmacológicas tienen efectos secundarios y hasta un tercio de las personas con prediabetes volverían a tener unos niveles de glucemia normal en dos o tres años sin ninguna intervención.