MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
El deterioro cognitivo leve (MCI) puede estar presente desde las primeras etapas de la Enfermedad Renal Crónica (ERC), según una investigación realizada por la Asociación Renal Europea-Asociación Europea de Diálisis y Tranplantes (ERA-EDTA).
El deterioro cognitivo leve afecta aproximadamente a uno de cada dos pacientes con ERC. El vínculo entre la disfunción cerebral y la enfermedad renal avanzada se observó por primera vez en 1930, por lo que no es un nuevo descubrimiento, sin embargo, lo que se considera un hallazgo, y por lo que se ha publicado esta investigación en 'Nefrología Diálisis Transplante' (NDT) ,es que ese deterioro pueda estar presente en las primeras etapas de la ERC.
En contraste con la demencia "normal", el MCI relacionado con la ERC no está relacionado con la edad, lo que significa que el deterioro cognitivo supera el esperado del proceso de envejecimiento normal.
La diálisis no ayuda ni detiene el proceso de deterioro cognitivo, por lo que los expertos creen que los factores que no se corrigen completamente mediante diálisis, por ejemplo, la depuración de las moléculas intermedias, el hiperparatiroidismo secundario no controlado y la anemia, pueden promover el proceso de deterioro cognitivo.
Uno de los autores de la revisión publicada en NDT, el profesor Giovambattista Capasso, explica que, "un hallazgo interesante es que el trasplante de riñón parece frenar el deterioro cognitivo, esto resalta la importancia del trasplante, porque no hay otras estrategias de intervención una vez que se haya diagnosticado un deterioro cognitivo en pacientes con ERC".
La escasez de estrategias de intervención, señalan los autores, es la razón por la cual no hay un examen de rutina para el MCI en pacientes con ERC. Además, los autores de la revisión enfatizan que, el deterioro cognitivo es una de las muchas manifestaciones de daño cerebral que acompañan claramente al deterioro de la función renal.
Sobre esto, el profesor Capasso afirma que, la enfermedad renal crónica "es una enfermedad que afecta al cuerpo y al cerebro, este último ha sido descuidado por la investigación, pero las nuevas herramientas en neurociencia, como la tractografía o la microscopía de dos fotones, prometen obtener más información sobre la patogenia de la ICM para poder identificar los objetivos de la terapia y poder tratarla algún día".
Por su parte, la presidenta de ERA-EDTA, la profesora Carmine Zoccali, explica que hasta que esto sea posible "debemos ser consientes de que la ERC es una enfermedad grave que afecta no solo a los riñones, sino también a otros sistemas de órganos y al cerebro, incluso en las etapas iniciales. Por eso se deben fortalecer las estrategias de prevención de la ERC y crear conciencia sobre esta enfermedad que es mucho más grave de lo que piensan la mayoría de las personas".