Jorge Huertas, director general de Oximesa, Julio de la Rosa, director de Market Access y Relaciones Institucionales de Air Liquide Healthcare, y Enrico Spiaggi, gerente de Vivisol Ibérica.
La llegada de la
sexta ola del Covid-19 a España, impulsada principalmente por la
variante Ómicron desde mediados de noviembre, ha provocado un nuevo pulso a la sanidad. Pero no solo eso. El reto se ha vuelto mayúsculo en el momento en el que a la situación epidemiológica a consecuencia del coronavirus se ha unido la de
otras enfermedades respiratorias frecuentes en estos meses del año.
De hecho, un reciente estudio publicado en
Journal of the American Medical Association (JAMA) alertaba de la tensión que podía provocar en el sistema sanitario la
‘twindemia’ (término anglosajón para denominar la
coexistencia del virus de la gripe y el del Covid-19) y los problemas que tendrían
los hospitales y los fabricantes de gas medicinal para prestar asistencia (
tratamiento esencial para dar respuesta a este tipo de pacientes, especialmente, los más críticos).
¿De qué modo se está afrontando la
demanda de oxígeno tras la llegada de Ómicron? ¿Se han reforzado los
suministros de gases medicinales en hospitales y centros sociosanitarios españoles tras
las anteriores olas? Las capacidades productivas y la solidez de la cadena de suministro han sido dos claves para
evitar la escasez en las últimas semanas, tal y como ponen de manifiesto las principales empresas especializadas en oxígeno medicinal en España consultadas por
Redacción Médica.
Previsión y refuerzo de las capacidades productivas
En el caso de
Oximesa, la compañía ha encarado el pico de la sexta ola con
dobles y triples turnos de trabajo, y sobredimensionando las reservas de oxígeno medicinal líquido y comprimido con el que poder atender la demanda asistencial. “La experiencia adquirida durante estos años de pandemia nos ha permitido
adelantarnos a la situación”. Una preparación tanto de usuarios finales como de fabricantes que, tal y como explica a este medio,
“hacen prácticamente imposible que puede haber escasez en la cadena de suministros”.
Una idea que comparten desde
Air Liquide Healthcare, que destaca la importancia de reforzar las capacidades puestas en marcha desde el inicio de la pandemia, como la habilitación de nuevos servicios para la hospitalización de pacientes, la
ampliación de puntos de suministro de oxígeno, el rediseño y optimización de las redes de distribución, así como la ampliación de las capacidades de almacenaje y optimización de la gestión del oxígeno medicinal.
Pero también, contar con una
“sólida cadena de suministro” para garantizar los recursos necesarios ante potenciales picos y dar continuidad a la demanda de gas medicinal. “La innovación también ha demostrado ser una herramienta clave en la gestión de la pandemia”, a través de la
monitorización en tiempo real de la ubicación y del contenido del oxígeno medicinal en las botellas suministradas a los hospitales con la ‘Plataforma Connect’, explica la compañía a
Redacción Médica.
Creciente demanda en la atención domiciliaria
La
atención domiciliaria y en centros sociosanitarios también ha tenido que sortear los baches que ha provocado la
sexta ola del Covid-19. De hecho, según cifran empresas que operan en este ámbito como Vivisol, las prescripciones de oxígeno medicinal han repuntado,
creciendo a un ritmo de un 8 por ciento semanal desde la segunda mitad de diciembre hasta mediados de enero. Y, aunque algunas comunidades autónomas han superado ya el pico de la sexta ola, las compañías no prevén una
bajada en la demanda de esta terapia hasta la segunda quincena de febrero.
Ante esta situación, Vivisol ha afrontado el resto desde diferentes vertientes. La primera de ellas ha sido incrementando el
stock de seguridad de concertadores de gas medicinal (a través de botellas y envases de oxígeno líquido) y replantando toda la cadena de suministro a nivel interno y externo. “Hace dos años,
los plazos medio de entrega eran de 15-20 días como máximo y ahora estamos en 5-6 meses”, asegura la compañía a este medio.
La bajada de la demanda de oxígeno medicinal en residencias no será hasta mediados de febrero
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Al igual que las anteriores empresas, Vivisol también ha ampliado
el número de turnos en producción de oxígeno medicinal para
la atención sociosanitaria y domiciliaria, a través del a planta que tienen en Arganda del Rey (Madrid). De hecho, tras triplicar el número de rampas de producción, la compañía
ha aumentado un 50 por ciento su producción de oxígeno medicinal con respecto a abril de 2020, llegando a picos de hasta el 120 por ciento. Una capacidad de adaptación ante nuevas olas de Covid-19 que miden al detalle, a través de
reuniones de seguimiento operativas semanales (en lugar de quincenales) que permiten evaluar la evolución de las prescripciones de oxígeno medicinal y tener una previsión hasta principios de marzo.
Por su parte, Oximesa, también presente en este ámbito, explica que su preparación ha girado alrededor de la
instalación de gases centralizados en residencias y centros sociosanitarios, lo que ha permitido
administrar el tratamiento a las habitaciones sin necesidad de disponer de botellas o concentradores de oxígeno.
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