El ictus es la segunda causa de muerte en España, la primera en mujeres. De todos los casos que se producen en nuestro país, sólo un 55% consigue recuperarse o tener mínimas consecuencias: un 15% fallece y un 30% padecerá una secuela discapacitante. Al ictus o infarto cerebrovascular se le atribuye un coste socio-sanitario cercano a los 2.000 millones de euros y, aunque durante los últimos 20 años se ha reducido su incidencia, se prevé un aumento de casos del 35% debido al envejecimiento de la población. De ahí la necesidad de aumentar la concienciación de la población a través de campañas de sensibilización como la que impulsa Medtronic ‘Sé más rápido que el ictus’, un compromiso con la educación en salud.
Campaña 'Sé más rápido que el ictus'.
La campaña de concienciación está centrada en aquellos síntomas que ocurren en los pacientes cuando se está produciendo un ictus. Son señales muy visibles y fácilmente reconocibles, hasta por el propio paciente. El claim hace referencia a la rapidez a la hora de actuar ante el mínimo signo, pues el tiempo es fundamental para que el tratamiento logre evitar los efectos de la enfermedad.Cualquier persona puede detectar a tiempo un ictus. Desde niños a ancianos. Sólo hay que prestar atención a:
1. La cara de la persona que creamos que pueda estar sufriéndolo y hacer que sonría. Observar si su boca se tuerce o tiene un lado inmóvil.
2. Hacer que levante los brazos y las piernas y ver si tiene pérdida de fuerza o parálisis en un lado del cuerpo.
3. Hacer preguntas concretas para ver si es capaz de articular palabras, frases y hablar correctamente.
4. Pérdida brusca de visión y de equilibrio, o dolor intenso de cabeza.
Si lo anterior sucede total o parcialmente, es el momento de llamar con urgencia al 112. El mensaje es claro: reconocer los síntomas a tiempo puede salvarnos la vida.
El abordaje del ictus durante la pandemia
La pandemia ha puesto en jaque nuestro sistema sanitario y, si bien es urgente abordar los desafíos impuestos por la Covid-19, no podemos olvidar otras patologías con gran impacto en la salud de las personas. Es el caso del ictus. La sobrecarga actual del sistema sanitario y la reorganización de los recursos hospitalarios está repercutiendo en la atención de los pacientes con ictus, pero también el miedo de la población por acudir a un hospital ante la posibilidad de contagio.
La evidencia científica demuestra que la trombectomía mecánica permite reducir la discapacidad, mejorar los resultados neurológicos y aumentar las posibilidades de que el paciente recupere su independencia funcional a los tres meses de la intervención. Esto supone que muchos de los enfermos tratados pueden volver a su vida cotidiana sin ninguna secuela.
El procedimiento de trombectomía mecánica es rápido y sencillo: el catéter viaja por las arterias centrales del cerebro y al chocar con el trombo sanguíneo despliega un stentpara capturarlo y extraerlo.
Además, la tecnología también permite realizar un diagnóstico cardiaco para determinar si el origen de un ictus criptogénico -esto es, que se desconoce su causa- se debe a una fibrilación auricular, la arritmia cardiaca más frecuente entre la población que multiplica por 5 la posibilidad de padecerlo. Los sistemas de monitorización cardiaca suministran información continua y automática sobre la actividad cardiaca del portador, lo que permite actuar en la prevención de un posible segundo ictus del paciente.
Hábitos de vida saludables, aliados en la prevención
Casi el 90% de los ictus se pueden evitar con buenos hábitos: dieta equilibrada, eliminar tabaco y alcohol, hacer ejercicio y controlar otras enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes, los niveles de colesterol y la presión arterial.
Unos sencillos hábitos que pueden disminuir el alarmante número de casos que lo convierte en la primera causa de discapacidad en los adultos de nuestro país. Por eso, este año más que nunca, es importante ser más rápidos que el ictus.
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