Permite reducir las sesiones de radioterapia hasta en una decena de ocasiones



11 abr. 2013 16:39H
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Redacción. Sevilla
Un grupo de investigación del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla ha patentado y licenciado para su posterior comercialización un sistema que mejora la precisión en la radiación de tumores en movimiento que ya se está utilizando en pacientes y que permite reducir las sesiones de radioterapia hasta en una decena de ocasiones. Este sistema, “que permite un ahorro de 1,5 millones de euros sólo en lo que ha reducción del de sesiones de irradiación se refiere”, según ha enfatizado la propia consejera de Salud andaluza, María Jesús Montero, se basa en la sujeción externa de aquellas partes concretas del cuerpo donde se quiere irradiar, al objeto de optimizar la sesión de radioterapia, incidir mejor en los órganos o zonas del cuerpo tumoradas y evitar en lo posible radiar en zonas sanas del organismo.

Por ello, y pese a que a priori podría usarse para cualquier tumor, está más enfocado a cáncer de pulmón, de hígado o de abdomen, que se encuentren en fases iniciales y con un número limitado de metástasis. En concreto, los dos dispositivos diseñados permiten inmovilizar puntos concretos del tórax, abdomen y cráneo.

El primero de los dispositivos se centra en la inmovilización del tronco y está destinado a pacientes con el tipo más frecuente de cáncer de pulmón (carcinoma de pulmón no microcítico con una prevalencia del 80 por ciento), de cáncer hígado o de abdomen, entre otros. Este sistema, cuyo nombre comercial es ‘Exacradle’, tiene siete puntos de compresión para inmovilizar única y exclusivamente la zona afectada. “Se trata de fijar la diana mediante un sistema de presiones focales individualizadas a cada paciente”, ha apuntado al respecto la jefa de servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Virgen del Rocío, María José Ortiz.

El otro dispositivo patentado añade también unas máscaras de sujeción termoplástica que inmoviliza la cabeza y el cuello del paciente y se adapta completamente a su fisonomía. Esta estructura, que comercialmente se denomina Exaframe, se usa para la radioterapia de tumores en el cerebro, en el cuello o en la cabeza.

En ambos casos, los materiales que se han utilizado para crear los dispositivos son compatibles con los sistemas de toma de imágenes y no interfieren ni en la realización de TAC, ni de resonancia magnética nuclear, ni con los haces de radiación. Además, entre las ventajas más destacadas de sendos dispositivos es su carácter no invasivo ni doloroso para el paciente.

Para mejorar la eficacia de estos dispositivos, los profesionales han mejorado, además, los cálculos matemáticos y físicos que se realizan a cada paciente, previos al tratamiento oncológico, para localizar la zona a tratar, un procedimiento que incluye la variabilidad del movimiento interno de los órganos producto de la respiración natural que, hasta ahora, no se tenía en cuenta.

Según ha explicado uno de los radiofísicos del grupo de investigación y creador de los dispositivos Exaframe y Exacradle, Santiago Velázquez,  el objetivo es predecir matemáticamente los desplazamientos de órganos internos del paciente durante la radioterapia para, así, prever posibles complicaciones durante el tratamiento. Dicho movimiento se detecta e identifica mediante un TAC ‘lento’ que permite tomar las imágenes a un ritmo menor a fin de captar los cambios internos de posición fruto de la respiración del paciente y, a partir de estas imágenes, realizar un diseño matemático del tratamiento. De esta manera, se fija la posición del tumor para poder aplicar la radiación únicamente en la zona dañada, “reduciendo la incidencia que se puede producir en los tejidos sanos de alrededor”, apunta Velázquez.

Beneficios

Estos dispositivos, que actualmente se emplean en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, permiten reducir casi diez veces el número de las sesiones de radioterapia, porque al localizar con exactitud el punto en el que se debe aplicar la radiación, inmovilizarlo y manteniendo seguras las zonas de alrededor, es posible aumentar la dosis empleada y reducir el número de sesiones.

Así, por ejemplo, para la radiación convencional de un cáncer de pulmón no microcítico se requieren alrededor de 30 ó 35 sesiones, mientras que con la aplicación de este sistema se pueden reducir a un total de tres. Consecuentemente, este beneficio para el paciente se traduce también en un ahorro del coste de cada tratamiento completo.

En Andalucía, durante el pasado año, se realizaron más de 216.000 sesiones de radioterapia a más de 10.000 usuarios. Con esta nueva técnica se conseguiría reducir el número de sesiones en diez veces menos, lo que supondría un ahorro de 1,5 millones de euros.

Un total de 41 pacientes ya se han beneficiado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla de las ventajas que conllevan estos dos dispositivos y se estima que, anualmente, el número de usuarios que se traten con estos nuevos sistemas en este centro podrá ascender a 200.
 

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