La Unidad de Coloproctología del Hospital Universitario La Princesa.
"La incontinencia anal se puede tratar". Así de claros se han mostrado profesionales y pacientes sobre un problema
tabú que afecta en España a unos
6 millones de personas, en torno a un
10 por ciento de la población. Sin embargo, tal como recuerda la campaña llevada a cabo con motivo de la
Semana Mundial de la Continencia, "la cifra no está clara ya que el
estigma social, acompañado de la
vergüenza hacen que menos del 30 por ciento de quienes la padecen consulte a su médico".
Javier García Septiem detalla el funcionamiento de la Unidad de Coloproctología y los tratamientos para la incontinencia.
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Así, los profesionales quieren
desestigmatizar esta patología y darla a conocer. "Hay que salir a la calle, sacar este tema a la luz y que los pacientes vayan a la consulta", indica
Javier García Septiem, coordinador de la
Unidad de Coloproctología del Hospital La Princesa.
Y es que la incontinencia anal, que afecta "especialmente a mujeres", por los problemas derivados del parto, y a personas mayores (puede llegar a afectar a un 50 por ciento), según detalla
Elena Bermejo, especialista de la Unidad de Coloproctología de La Princesa, quien añade que conlleva una gran carga psicológica en los pacientes.
De hecho este problema genera "aislamiento y depresión", y es una de las principales causas de internamiento de personas mayores. La incontiencia fecal "no solo la vives tú, sino que arrastras a toda tu familia", explican. Por esta razón, médicos y pacientes han mantenido un encuentro en el hospital madrileño, en el que también han participado la jefa del Servicio de Cirgugía General y del Aparato Digestivo,
Elena Martín y el gerente del hospital,
Fidel Illana, en el que pacientes, asociaciones y profesionales han podido "hablar abiertamente" sobre las dificultades de la enfermedad, compartir experiencias y disipar dudas sobre este escatológico asunto.
Tratamientos
"En ocasiones las medidas
higienicodietéticas son suficientes" para lograr un mayor control del problema, cuentan los especialistas. En otros casos, se recurre a la reparación esfinteriana quirúrgica. Sin embargo "las cirugías pueden ayudar a mejorar, pero no van a curar la incontinencia", explica Septiem. "Lo que vale para uno no vale para otro", matizan también los coloproctólogos de la Unidad
Adolfo Alonso y Ana Rodríguez. "Tenemos que seguir estudiando y tenemos que seguir buscando soluciones", añaden.
"Las cirugías pueden ayudar a mejorar, pero no van a curar la incontinencia"
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Cuando estos tratamientos no funcionan, la
neuromodulación sacra y la neuromodulación del nervio tibial posterior ("los alfileres", como los llaman coloquialmente los pacientes) también pueden ser alternativas. En el caso de la neuromodulación sacra, se implanta un electrodo a través de los orificios del sacro, "lo más cerca posible de las raíces nerviosas", según explica Bermejo. "Una vez que comprobamos que está instalado correctamente", se conecta a un estimulador externo, que se aloja en el glúteo del paciente, controlado a su vez mediante bluetooth, que 'dispara' los impulsos eléctricos para ganar un tiempo 'extra' para poder ir al baño.
Elena Bermejo explica la incidencia de la incontinencia anal y la importancia de la concienciación.
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"Hace 10 años que lo llevo y me cambió la vida totalmente. Ahora soy una abuela feliz", explica
Àngels Roca, presidenta de la
Asociación de Pacientes con Incontinencia Anal (Asia), que además destaca la necesidad del "
tándem médico-paciente" para abordar esta patología. "Yo no llevo un marcapasos, llevo un marcaculos", bromea para hacer entender a otros pacientes el funcionamiento de esta tecnología.
Retos pendientes
Entre los
retos pendientes, médicos y pacientes señalan que hace falta "
dar más visibilidad" a este tema. "El mensaje que hay que trasladar a la gente es que vaya al médico", señala la presidenta de Asia. Por su parte, los profesionales están llevando a cabo campañas de concienciación, no solo para la población general sino para los médicos de Atención Primaria.
Y es que sigue haciendo falta hablar de la incontinencia anal, "desde el punto de vista profesional, para que se sepa que se puede tratar y que existe tratamiento, y después a la población para que todo el mundo sepa que nos puede pasar a cualquiera", concluye Bermejo.
Bermejo, Illana y Septiem, en el centro de la imagen, acompañados de la Unidad de Coloproctología y de los pacientes.
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