Vacunas: un exceso de antígenos afecta a su eficacia al causar tolerancia

Un estudio encabezado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic) ha revelado que una cantidad excesiva de antígenos en vacunas pueden hacerles perder efectividad al generar en el paciente una mayor tolerancia a estas sustancias.

El trabajo, que ha sido publicado en la revista científica Cell Reports, detalla la razón por la que se produce esta respuesta inmunológica de tolerancia a los antígenos si se administran en cantidades demasiado grandes. Los investigadores apuntan a los linfocitos T, células que se originan en la médula ósea y que son capaces de reconocer “antígenos procedentes de virus o bacterias” en la superficie de otras células “profesionales” de antígeno.

Tal y como revela el estudio del Csic, los linfocitos T toman antígenos de las células profesionales y se convierten en células con antígenos para otros linfocitos T. Estos últimos, una vez pasan a ser células presentadoras del antígeno, causan inflamación, una respuesta defensiva contra las infecciones, mientras que los linfocitos originales se convierten en antiinflamatorios.

Si en la vacuna existe una sobreabundancia de antígeno se produciría una mayor activación directa de linfocitos T por las células presentadoras de antígeno profesionales. Es decir, se daría lugar a una respuesta inmunológica de tolerancia.

Una cantidad ajustada tiene un efecto protector

De esta forma, según detalla Balbino Alarcón, investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, “un exceso de vacuna podría causar tolerancia, mientras que una cantidad ajustada de antígeno puede tener un efecto protector al favorecer la presentación de antígenos entre linfocitos T”.

Los resultados indican, por ello, que la respuesta inmunológica protectora se ve favorecida cuando hay poco antígeno.