Redacción. Madrid
Este miércoles comienza en Barcelona la XXXV Edición del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), una reunión que ya se ha configurado como el encuentro nacional con más desunión entre los socios en la historia reciente de la sociedad. Los conflictos en las delegaciones de Madrid y País Vasco mantienen la herida abierta entre los partidarios y los detractores de la actual Junta Directiva Nacional (JDN). Y eso, sin duda, está pasando factura a la imagen de una Ejecutiva que entró prometiendo renovación y que, casi dos años después, ha fracasado significativamente en sus objetivos electorales autonómicos.
José Luis Llisterri, presidente de Semergen. |
El presidente de la sociedad, José Luis Llisterri, no ha sido capaz de achicar el abismo que le separa de buena parte de sus socios. Tanto es así que se vio obligado a cambiar estatutos y reglamento electoral tras quedar en evidencia por su intromisión irregular, cuando menos, en los comicios de la delegación de Madrid. Sin embargo, la reescritura de las normas internas de Semergen tampoco ha servido, hasta la fecha, para finalizar con éxito ningún proceso electoral, salvo el de Canarias y Comunidad Valenciana, ambas con una candidatura única.
Con el caso madrileño a punto de comenzar el trámite de audiencia judicial, en País Vasco se han suspendido cautelarmente las elecciones debido a la dejación de funciones de una Junta Electoral supervisada, supuestamente, desde la JDN. Asimismo, en La Rioja se ha destituido al presidente de la Junta Gestora por causas aún desconocidas y también se ha decidido suspender las elecciones tras no conseguir que la Junta Electoral riojana se constituyera en el plazo requerido.
Tres de las cinco elecciones autonómicas fracasadas y las ‘exitosas’ basadas en la candidatura única, dejan en entredicho la labor de la JDN que, en Barcelona, tendrá que dar explicaciones sobre la desunión reinante en el seno de Semergen. Al debate quizá deberían incorporarse otros casos, como los de las delegaciones de Cataluña y Murcia, donde se mantiene a sus presidentes (curiosamente simpatizantes de Llisterri) a pesar de superar los ocho años de ‘regencia’ establecidos como tope en la normativa de Semergen.
En cualquier caso, los procesos electorales enquistados de Madrid y País Vasco prometen no dar tregua a la Ejecutiva de Llisterri en los dos años que le restan al frente de Semergen. El objetivo no parece ser otro que el de dejar patente la resistencia al pensamiento único en una sociedad científica plural, a pesar de los intentos por ‘borrar del mapa’ a los ‘disidentes’ de la actual Junta Directiva Nacional.