Redacción. Valencia
Los nuevos tratamientos “libres de interferón” contra la hepatitis C no solo reducen el tiempo de las terapias, sino que también reducen “considerablemente” sus efectos adversos. “Abren una nueva etapa”, en palabras de Enrique Ortega, que ha participado en la décima edición del Congreso de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de la Comunidad Valenciana (Seicv), que se ha celebrado conjuntamente con el XXI Congreso de la Sociedad Valenciana de Microbiología Clínica (Svamc).
Enrique Ortega, durante su ponencia en el Congreso de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de la Comunidad Valenciana.
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“Se está produciendo un cambio de paradigma en el tratamiento con el desarrollo de estos fármacos que actúan frente a nuevas dianas del virus, de forma oral y acortando los tiempos de medicación que se tenían establecidos hasta ahora”, ha ahondado el experto, al tiempo que ha asegurado que los tratamientos “clásicos” con interferon y ribavirina “están condenados a desaparecer y ser sustituidos, de forma generalizada, por los nuevos fármacos”.
Sobre polémica en torno a la prescripción de los medicamentos para los pacientes afectados de hepatitis C, Ortega ha indicado que “lo más importante” es que toda persona que lo necesite sea tratada: “Ése debe ser nuestro objetivo primordial, casi diría que único”. “Debemos ofrecer a nuestros pacientes los mejores tratamientos, los más efectivos y los más seguros. Tanto la administración como la industria farmacéutica deben hacer prevalecer el interés sanitario sobre cualquier otro aspecto”, ha esgrimido, para añadir, después, que las sociedades científicas relacionadas con el hígado (la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), el Grupo de Estudio de Sida (Gesida) y los Grupos de Estudio de Hepatitis de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Gehep-Seimc), habían postulado “desde hace tiempo” la necesidad de un establecer un plan frente a la hepatitis a nivel de toda España “que disponga de una financiación apropiada”.
Según ha desgranado el experto, la denominada triple terapia clásica, es decir, un fármaco de acción directa asociado a interferón más ribavirina, “tiene muchísimas contraindicaciones”, en especial en casos de patologías autoinmunes en pacientes con historial psiquiátrico o en cardiopatías descompensadas, entre otros, además de efectos secundarios. Sin embargo, la doble terapia actual consistirá en la asociación de varios fármacos que actúan frente a dianas distintas del virus y que no se asocian al interferón.
Ortega ha concluido que el uso de estos fármacos ha conseguido rescatar a prácticamente la totalidad de los pacientes denominados ‘recaedores’, es decir, aquellos que recaen tras el cese del ‘tratamiento clásico’.
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