Redacción. Madrid
La prestigiosa revista médica The Lancet ha publicado un estudio elaborado por el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de Seattle (Estados Unidos) en el que se sitúa a España como el país con mayor esperanza de vida de entre los países más desarrollados del mundo, a pesar de los recortes. La clave de esta longevidad está en los factores beneficiosos que aporta la dieta mediterránea a nuestro organismo, sumados a la calidad de la asistencia sanitaria en España, aunque los datos, eso sí, corresponden a 2010.
En el año 2000, el Sistema Nacional de Salud (SNS) español quedó clasificado como el séptimo mejor del mundo, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este sentido, los autores del informe, que han comparado los resultados de los 15 primeros estados en entrar en la Unión Europea más Canadá, Estados Unidos, Australia y Noruega, destacan los buenos resultados en salud obtenidos por España en áreas como el cáncer de mama, el colorrectal, el de páncreas, el de ovario o el de riñón. En la vertiente negativa señalan como áreas a mejorar el cáncer de vejiga o el de hígado.
El informe hace una retrospectiva comparando los datos de 1990 con los de 2010. En esos 20 años España ha mejorado en muchos rankings de salud en los que ocupaba la parte baja de la tabla, como los accidentes de tráfico (del puesto 16 al 9), la cirrosis (del 15 al 10) o la enfermedad renal crónica (del 18 al 13). De vuelta a la esperanza de vida, España ha incrementado en 3,4 años su tasa en las dos últimas décadas, hasta los 70,9 años. Segundos quedan los italianos, con 70,2 años y terceros los australianos, con 70,1 años. La lista la cierran fineses (67,3), daneses y estadounidenses (ambos con 67,9 años de media). Cabe destacar que en este estudio no se han incluido datos de Japón, tradicional número uno mundial en lo que a longevidad se refiere.