David García. Madrid
Más de cuatro meses después de su aprobación, el Plan Estratégico contra el Abordaje de la Hepatitis C ya puede evaluarse. Al menos así lo han hecho desde la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos, la Fneth, que ya avisó que de encargaría de “fiscalizar” el grado de cumplimiento del plan.
Antonio Bernal, su presidente, adelanta a Redacción Médica algunos datos de esa labor de vigilancia tanto al Estado como a las CCAA y se muestra feliz, aunque con alguna exigencia también, de los resultados del plan.
Antonio Bernal, presidente de la Fneth.
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“Se aplica en todas las comunidades autónomas”, dice Bernal, aunque matiza que “el ritmo no es el mismo”. Eso sí, asegura que la medicación les ha llegado a todos los pacientes en fase F4 y F3, y se está aplicando con “mayor lentitud” en los F2. En este punto aclara que con este tipo de enfermos hay cuestiones técnicas del plan que pueden no dejar claro si pueden o no ser tratados con los nuevos fármacos, y eso depende mucho del estado de la enfermedad y de los criterios médicos.
Uno de los puntos que más preocupaba a los afectados era el tiempo que transcurría entre la prescripción y la llegada del medicamento. El plan establecía que, como máximo, ese tiempo no debía superar las tres semanas y durante los primeros meses de aplicación se denunciaban casos en los que se superaba ese plazo. A este respecto, Bernal asegura que todos los pacientes que tienen prescrito el medicamento ya han iniciado el tratamiento y que por tanto se cumple con los plazos.
Posibles mejoras
Con el acceso a los medicamentos garantizados por el plan, Antonio Bernal considera que hay algunos aspectos a mejorar como por ejemplo una mayor información al paciente. “Que sepan cuándo van a ser tratados y de los plazos”, apunta el presidente de la Fneth.
También cree que se pueden mejorar los recursos humanos destinados a sacar adelante el plan. “Hay acumulación de pacientes en las consultas de los hepatólogos”, explica, aunque hay algunas regiones, como Madrid, que han reforzado con 70 personas estos servicios para hacer frente a la demanda. “Sería interesante poder reforzar con enfermeros las consultas para poder liberar más a los médicos”, argumenta.
Y es que, Bernal cree que “se ha creado mucha burocracia con el plan” y por eso reconoce “el esfuerzo” de los profesionales médicos que, según él, trabajan incluso fuera de su horario para sacar este trabajo extra.
Respecto a la financiación, Antonio Bernal dice que “se acumulan facturas que no se sabe muy bien quién ni cuándo se pagarán”.
Hay comunidades, advierte, como el País Vasco, que como no está adherida a ninguna fórmula de financiación y tiene que pagar con sus recursos los medicamentos, pueden llegar a poner una mayor atención en el coste a la hora de prescribirlos.
La percepción del ministro
La fiscalización de la Fneth es de los pocos balances con los que se cuenta sobre el plan contra la hepatitis C ya que el Ministerio no ha ofrecido aún datos al respecto porque, según el propio Alfonso Alonso, se pueden malinterpretar.
A pesar de ello, esta semana que acaba el ministro se ha atrevido a asegurar que “la prescripción va muy deprisa”, algo en lo que coincide con las conclusiones de la Fneth, y ha vuelto a asegurar que la financiación (cuya responsabilidad ‘carga’ sobre su colega Montoro) está garantizada.
Además, esa financiación se ha visto ajustada durante estos meses y se ha pasado de los 727 millones de techo de gasto inicial a los 787 en diez años, “un plazo más que suficiente”, según Alonso.
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