María del Mar Tomás, portavoz de la SEIMC
Los test de antígenos ya no son igual de fiables para detectar las
nuevas variantes del Covid-19. La capacidad de algunas cepas como el linaje
XE de Ómicron para pasar desapercibida entre las pruebas rápidas de diagnóstico ha despertado dudas entre la comunidad científica que teme que algunos de los
casos positivos más leves no se hayan podido detectar debido a las características particulares de este conjunto de mutaciones.
La portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc),
María del Mar Tomás, ha explicado a
Redacción Médica que las condiciones del linaje XE lo hacen especialmente difícil de identificar mediante test rápidos, ya que es una
cepa recombinante que ha resultado de la unión de dos de sus antecesoras:
BA.1 y BA.2. “Los test rápidos cada vez tienen menos sensibilidad”, ha explicado.
Esta situación ha hecho creer a la médico microbióloga del
Hospital de A Coruña que la cepa puede haber alcanzado a un mayor número de personas que no presenta apenas sintomatología de lo que reflejan las cifras oficiales. “
Puede haber más presencia pero en cuadros clínicos muy leves”, ha explicado la especialista.
La última actualización sobre la situación epidemiológica de las variantes del
Ministerio de Sanidad ha estimado que la presencia de la cepa XE está por debajo del umbral del
2 por ciento en España, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya avisó sobre
su potencial transmisibilidad. A diferencia de otros países como Reino Unido, apenas se han notificado casos mediante la secuenciación genómica. Mientras la predominante sigue siendo la
BA.2 que roza el 100 por ciento de los análisis.
Los síntomas leves silencian a la variante XE
Tomás ha explicado que detrás de este fenómeno puede estar la reducida gravedad de la cepa.
Al ser una variante que produce de forma generalizada
síntomas leves como la tos o la fiebre y que presenta un
escape vacunal inferior a otros linajes, las probabilidades de que termine desencadenando hospitalizaciones en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) son bajas. Y con el nuevo modelo de vigilancia, las pruebas PCR se priorizan en estos grupos. “
Es silenciosa clínicamente”, ha apuntado la médico microbióloga.
La portavoz de la Seimc ha celebrado que la variante XE no haya causado un gran impacto en términos de
gravedad de la enfermedad desde su entrada en escena en el país. Mientras que ha insistido en la necesidad de poner el foco en los pacientes que requieren hospitalización.
“Hay que estar contentos”.
Más allá del alcance de XE, Tomás ha hecho un llamamiento para que no dejen de vigilarse otras cepas que se han incorporado de manera reciente a los informes del Ministerio de Sanidad, como
los linajes BA.4 y BA.5 de Ómicron. A su juicio, son los que requieren una mayor observación ya que se originaron en
África, donde han surgido buena parte de las cepas que han revertido mayor gravedad. Sin embargo, por el momento no ha observado ninguna tendencia en la hospitalización en sus países de origen que obligue a dar la voz de alarma.
“Cada vez que aparece una cepa tiene una
mayor capacidad de reinfección pero los síntomas son más leves”, ha concluido Tomás.
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