La hepatitis A cuadriplica casos en España sin una causa identificada

 La hepatitis A avanza con celeridad en España. Los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad han señalado una gran escalada en cuanto al número de contagios en 2024. Y es que el país ha notificado 894 casos acumulados hasta la semana 46 del ejercicio. Una cifra muy superior a la registrada en el mismo periodo de tiempo en los dos años anteriores: 265 en 2022 y 336 en 2023. De esta forma, los afectados por la patología se habrían cuadriplicado, si se compara el número actual con el de hace 24 meses. 

La información publicada por el departamento que dirige Mónica García ha revelado que solo en un año se habrían sumado 558 nuevos casos. Esta anotación ascendería hasta los 629 contagios si se retrocede a 2022.

Por comunidades autónomas, Andalucía es la que cuenta con el mayor volumen de casos, hasta los 166 en el acumulado de este último año -casi el triple que en 2023-. Le siguen Madrid, con 161; Cataluña, con 114, y la Comunidad Valenciana, con 107. Las tres han duplicado o triplicado el número de infecciones. 

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"Los hombres de entre 25 y 44 años son los principales afectados por este incremento"

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Más allá de las más damnificadas, todas las comunidades autónomas acusan el mismo comportamiento: un aumento exponencial de los casos. En este sentido, destaca Baleares, donde los afectados por esta patología se han multiplicado por 15: desde los tres notificados en 2023 a los 47 del presente año.

Por edad, los hombres jóvenes son las principales víctimas de la hepatitis A. Y es que estos representan el grupo que aglutina el mayor número de casos. Según los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave), 4,5 de cada 100.000 varones de entre 25 y 44 años han contraído el mencionado mal en el presente año. Una proporción muy por encima de la siguiente franja de edad más afligida -hombres de 15 a 24 años- y de las mujeres, donde ningún sector por longevidad supera una incidencia de dos infecciones. 

Sin motivo alguno para explicar el ascenso

Renave detectó 32 brotes de hepatitis A durante 2024, que se tradujeron en 105 casos. Ninguno de ello fue por transmisión alimentaria, a la vez que el 83 por ciento se produjo en el ámbito privado. 

El informe del Ministerio de Sanidad no es capaz de dilucidar los motivos por los que se ha producido este aumento. Los elaboradores del texto no cuentan con "la información suficiente" para determinar la razón por la que se ha disparado la propagación de la hepatitis A en España. 

La única pista que ofrece el perfil de los contagiados y la información genómica es el incremento de la transmisión en hombres gais, bisexuales y otros miembros del sexo masculino que mantienen relaciones con personas del mismo género. Un espectro poblacional que cuenta también con una escasa cobertura vacunal contra la mencionada patología. 

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"Sanidad no cuenta con la información suficiente para dilucidar los motivos por los que se ha producido este ascenso"

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Esta es la única hipótesis con la que se cuenta Sanidad en estos momentos. Y es que tampoco se puede hablar de importación de casos desde otros países, ya que tan solo 138 procedieron de fuera de las fronteras de España en 2024, lo que equivale al 16 por ciento del total. Este porcentaje es menor al registrado en 2023, un 22 por ciento, y 2022, un 20 por ciento. 

Importancia de la vigilancia y la vacunación

Pese al aumento de los casos, el riesgo de transmisión se considera "muy bajo". Eso sí, podrían aparecer casos de contagio por vía secundaria en personas en contacto con población que tenga alto riesgo de infección porque la susceptibilidad del conjunto de la ciudadanía a la hepatitis A es alta dado que la circulación del virus en el país es baja. Asimismo, tan solo Cataluña, Ceuta y Melilla incluyen en el calendario de inmunización infantil a la vacuna contra este mal.

No obstante, Sanidad recomienda reforzar la vigilancia de esta enfermedad y continuar con la caracterización del aumento de casos para adaptar los consejos destinados a la población. De momento, el principal es impulsar la administración de la vacuna en los grupos de personas en riesgo, como pacientes crónicos, trasplantados o con VIH. También en hombres que practican sexo con otros miembros de su mismo género, viajeros a regiones con alta o moderada endemicidad de la patología o determinados trabajadores -sanitarios, educadores, militares o cuidadores-.