Miembros de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia junto con representantes del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en la reunión de trabajo sobre el zika.
España ha descartado realizar pruebas de serología a varones con riesgo de padecer zika que sean pareja de gestantes, algo que en un principio se valoró como medida de precaución ante la incidencia de la microcefalia fetal en hijos de embarazadas con el virus. Una decisión que se ha tomado tanto por criterios económicos como sanitarios. Es uno de los temas que se han desprendido de la reunión de trabajo sobre la citada patología que se ha celebrado este viernes y a la que han acudido miembros de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), otros profesionales y una notable representación ministerial con los investigadores Fernando Simón y Berta Suárez. Todo para alcanzar un acuerdo de protocolos que dé como resultado una guía común que aborde la enfermedad en gestantes.
De todas las mujeres embarazadas con posible contagio de zika que acuden a los servicios de ginecología españoles, hasta el 40 por ciento no son sudamericanas, a pesar de que es en el continente americano donde el virus está presente.
María de la Calle, ginecóloga del Hospital La Paz; Ana Suy, ginecóloga del Vall d´Hebrón; Fernando Simón, coordinador de Alertas Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; y Juan Troyano, presidente del comité científico de SEGO.
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El citado investigador ha reconocido, a diferencia de la última reunión de la Comisión de Salud Pública, en la que mostró sus dudas, que el zika produce malformaciones en el feto. “La asociación existe pero no sabemos cuál es”, ha explicado. “Desconocemos los cofactores y las epidemias cohabitantes en países como Brasil”, ha añadido.
Para el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el riesgo principal al que se enfrenta España es el contagio por transmisión sexual. Asimismo, los investigadores han reconocido que con la llegada de la primavera, hay una alta probabilidad de que se den los primeros casos autóctonos por la proliferación del vector.
A lo largo de toda la reunión ha estado presente una demanda de los profesionales, que han pedido al ministerio que tenga más contacto con los centros sanitarios. De hecho, ante la insistencia de Simón para que el zika sea visto con la gravedad que realmente tiene y no más, profesionales del Hospital de La Paz y el barcelonés Vall d’Hebron han señalado que a ellos les afecta mucho más. “Hemos tenido semejante colapso que acabamos abriendo un teléfono específico y una consulta los martes”, ha señalado María de la Calle, del centro madrileño. Complicaciones que parece que, al menos, contarán con una guía en un aceptable plazo de tiempo pues "en los protocolos de las diferentes especialidades apenas hay diferencias", según ha remarcado Simón.
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