El sector sanitario se estanca en productividad

El sector sanitario se estanca a pesar de los primeros indicios de recuperación económica del país. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del segundo trimestre de 2016, en comparación con los del mismo periodo del año anterior, confirman que el coste por hora trabajada en la sanidad cae por encima de la media a un ritmo del 3,6 por ciento, pero sube un 0,1 por ciento anual si se eliminan los efectos estacionales y de calendario.

La fuente que informa de las cifras atribuye la caída generalizada del coste por cada hora de trabajo, entre otras razones, a las vacaciones de Semana Santa, este año celebradas fuera del segundo trimestre, lo que explica que el dato para abril, mayo y junio refleje que los profesionales sanitarios produjeron más (y, por tanto, su coste fue menor).

Pero, al mismo tiempo, el dato armonizado (es decir, corregido al tener en cuenta el efecto de las vacaciones, entre otros) confirma el repunte del 0,1 por ciento del sector en el índice anual por actividades de coste laboral, solo un punto por debajo del promedio (0,2 por ciento).

Si se analiza el mismo dato correspondiente al primer trimestre de 2015 en comparación con los primeros tres meses de 2014, entonces el sector sanitario apenas subió nueve décimas porcentuales frente al 1 por ciento del total de las actividades.

De este modo, el sector no acaba de superar la senda de la estabilidad en sus variables económicas, entre otras la del valor contextual de sus salarios, muy afectado en los últimos años de la crisis económica.

Así, en 2013, la sanidad ocupó el último puesto en la tasa interanual del índice por actividades del coste laboral armonizado, lugar que, en los datos actualizados, ocupa el de los trabajos relacionados con el suministro de energía. Se confirmó entonces una devaluación salarial histórica del colectivo sanitario, en buena parte debida a los recortes gubernamentales en el contexto de la crisis económica iniciada en 2008.

Ahora, por debajo de la sanidad en variación interanual corregida del dato (coste por cada hora trabajada) quedan la industria manufacturera, las actividades administrativas, el suministro de agua, la hostelería, la educación, la construcción, el comercio y las actividades artísticas, además del sector de suministros energéticos (en última posición).