Sandra Melgarejo / Imagen: Pablo Eguizábal. Ámsterdam (Países Bajos)
Un año después de que la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) incorporara los dispositivos para el cierre de la orejuela auricular izquierda (OAI) en las guías de práctica clínica para la gestión de pacientes con fibrilación auricular, la compañía Boston Scientific ha presentado en el Congreso ESC 2013, celebrado recientemente en Ámsterdam (Países Bajos), nuevos datos que avalan el uso de su dispositivo Watchman a largo plazo.
John Foran habla de su experiencia con Watchman y de las ventajas del dispositivo para médicos y pacientes. |
Kenneth Stein, vicepresidente sénior y director médico de la División de Tratamiento del Ritmo Cardiaco de Boston Scientific, ha detallado que los datos a largo plazo (3.503 años-paciente de seguimiento) del estudio Protect AF confirman que Watchman es superior al anticoagulante oral warfarina, con un 40 por ciento de reducción del riesgo relativo de ictus, muerte cardiovascular y embolia isquémica; un 34 por ciento de reducción del riesgo relativo y de superioridad en el control de todas las causas de mortalidad; y un 60 por ciento de reducción de la mortalidad cardiovascular.
Por el momento, las guías de la ESC recomiendan el cierre de la OAI como clase IIb, nivel de evidencia B, en pacientes con un alto riesgo de accidente cerebrovascular y contraindicados con la anticoagulación oral a largo plazo. En este sentido, el reto de Boston Scientific, tal y como ha indicado Stein, es que la indicación de Watchman se amplíe a otros grupos de pacientes en base a los buenos resultados del dispositivo y a los análisis favorables de coste-eficacia.
Y es que, según John Foran, cardiólogo del Royal Brompton Hospital de Londres (Reino Unido), los datos a largo plazo también revelan que el dispositivo Watchman “mejora la calidad de vida de los pacientes implantados”. Así, la evaluación del estudio pivotal Protect AF muestra un aumento de la calidad de vida a los 12 meses, reflejada en una mejora significativa en la puntuación total física y en la función física, y una disminución de la limitación física. “Las guías de práctica clínica son restrictivas, pero esperamos que se amplíen”, ha comentado el especialista.
Kenneth Stein, Natan Bornstein, Trudie Lobban y John Foran. |
Alianza contra el ictus
En el Congreso ESC 2013 se ha hecho público el acuerdo de colaboración entre la Asociación de Fibrilación Auricular (AFA) y Boston Scientific, con el objetivo de incrementar la concienciación sobre este trastorno del ritmo cardiaco, que afecta a más de 71 millones de personas en todo el mundo. Trudie Lobban, fundadora y presidenta de la AFA, ha recordado que la fibrilación auricular (FA) multiplica por cinco el riesgo de ictus y que, además, los ictus relacionados con la FA son más graves y discapacitantes que los no relacionados con la FA, y están asociados a una mayor mortalidad. “La carga económica asociada al ictus por FA constituye entre un dos y un tres por ciento del gasto sanitario total en la Unión Europea. Un manejo efectivo de la FA reduce la carga de trabajo de los profesionales médicos y los costes de los servicios sanitarios”, ha afirmado Lobban.
En la misma línea, Natan Bornstein, vicepresidente de la Organización Mundial del Ictus (WSO) y director del Departamento de Neurología del Centro Médico Elias Sourasky de Tel-Aviv (Israel), ha recalcado la necesidad de aumentar el conocimiento de la relación entre FA e ictus, “ya no solo por la mortalidad, sino por la discapacidad que causa”. Bornstein ha hecho un llamamiento para que cardiólogos y neurólogos colaboren juntos para prevenir el ictus y minimizar los riegos del tratamiento de la FA.