Vicente Matas.
El Ministro de Sanidad,
Salvador Illa, anunciaba el pasado domingo una serie de medidas excepcionales para hacer frente al
avance del coronavirus Covid-19 en España. Entre ellas destacaba la
prórroga de los contratos de formación de todos los MIR de último año de formación, los cuales acaba su residencia en las próximas semanas. Una medida que no ha pasado desapercibida por el
colectivo médico y que
ya critican con dureza al suponer un importante agravio, sobre todo en lo económico, para este colectivo.
Según datos elaborados por el centro de estudios CESM Granada para
Redacción Médica, prorrogar el contrato de los
MIR de cuarto y quinto año para que puedan seguir ayudando durante la
crisis del coronavirus Covid-19, supondría
una pérdida económica de 1.875 euros brutos al mes de media.
La solución pasa por convertir estos contratos prorrogados en adjuntos, lo que permitiría transformar a estos
MIR en facultativos especialistas, y, por ende,
tener derecho a acceder a la tabla salarial correspondiente a este colectivo.
Trimestralmente, el MIR deja de ganar en comparación al adjunto casi 6.000 euros brutos
|
Tal y como denuncia
Vicente Matas, vocal nacional de Atención Primaria Urbana de la Organización Médica Colegial, “las diferencias son muy importantes según se prorrogue el contrato de formación o bien se les contrate como facultativos, sería lo justo pues es de lo que van a trabajar y
se les va a exigir una implicación muy importante en unos mementos muy complicados y peligrosos”.
Diferencias salariales
Y es que, según los cálculos del centro de estudios
CESM, un facultativo gana de media al mes 3.456 euros brutos, frente a los 1.561 euros que gana un residente. Lo que supone una diferencia de 1.875 euros.
Dicha diferencia se agrava si se acumulan los meses en los que el residente hace tareas de adjunto, pero con contrato de MIR.
Trimestralmente, el MIR deja de ganar en comparación al adjunto casi 6.000 euros brutos.
Según los cálculos del propio Ministerio de Sanidad, anunciado por el ministro Illa,
serán más de 8.000 MIR de cuarto y quinto de residencia, a los que se les prorrogará sus contratos de formación para que sigan arrimando el hombro durante esta
crisis del coronavirus Covid-19. A estos se suman también 11.000 enfermeros y médicos que aspiraron al EIR y el MIR y
se quedaron sin plaza aunque superaron la prueba, 10.200 estudiantes Enfermería y 7.000 de Medicina de los últimos cursos.
Además, tal y como señala Matas, “se les exigirá realizar guardias y horas extra, donde las diferencias, aunque no tan grandes, son importantes”. En este caso, a un adjunto la hora se le paga a 24 euros brutos la hora, mientras que al MIR se le suma 18 euros.
En total, la diferencia entre uno y otro es de 5,44 euros.
“Estos importes son brutos, para horas que se hacen adicionales a la jornada ordinaria, por las tardes, por las noches, en sábado, domingos y festivos. Estos importes tienen una importante repercusión en la retención del IRPF (unos 4 o 5 puntos) que se aplican sobre toda la nómina, por lo que de estos importes brutos llegan al médico poco más del 50 por ciento”, concluye Matas, reivindicando que estos residentes puedan formar parte del Sistema Nacional de Salud para ayudar en la
crisis del coronavirus Covid-19 con un contrato “justo”.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.