El
consumo del alcohol y su relación con el Covid-19 ha dado lugar a
ciertos bulos durante las últimas semanas. El
Instituto Superior de Sanidad italiano era uno de los muchos organismos que desmentía la efectividad de este tipo de bebidas a la hora de
protegerse frente al coronavirus.
"El consumo de alcohol
no protege de ninguna manera contra el Covid-19 no impide ser infectado", aseveraba en su último
informe. Al contrario, el abuso de las bebidas alcohólicas revierte en un
riesgo mayor de contraer enfermedades infecciosas, puesto que "afecta a todos los componentes del sistema inmunitario". De hecho, lo debilita, reduciendo la capacidad del cuerpo para hacer frente a posibles infecciones.
Tal y como explica el organismo, el alcohol provoca una
reducción en el número de funciones de los linfocitos B, las células que ayudan a proteger el cuerpo humano. También induce a una mayor producción de inmunoglobulinas y compromete la cantidad de linfocitos T y su funcionamiento.
El alcohol es además, "
un factor de riesgo potencial para la neumonía", uno de los principales efectos causados por el
Sars-Cov-2. Su consumo reduce el tono orogaríngeo, aumenta las probabilidades de introducir microbios en el organismo y modifica la "función de los macrófagos alveolares" que son los responsables de limpiar los alveolos pulmonares de polvo y patógenos.
No solo eso. Las bebidas espirituosas también producen a menudo
desnutrición, un estado que incrementa el riesgo de sufrir infecciones y están asociadas a ciertas
enfermedades hepáticas. Además, su consumo excesivo aumenta las probabilidades de sufrir
síndrome de dificultad respiratoria aguda, una de las
complicaciones más graves derivadas del
Covid-19.
El alcohol ingerido no protege frente al coronavirus
En su informe, el ISS también refutaba algunas de las teorías más compartidas durante la epidemia en relación al alcohol, como por ejemplo, su capacidad para hacer de escudo frente al virus. "En una concentración de al menos el 60%,
funciona como desinfectante en la piel, pero pierde su efecto cuando se ingiere." Tampoco "mata al virus en el aire inhalado" ni es capaz de "desinfectar la boca ni la garganta". Los expertos niegan, además que bebidas como "la cerveza, el vino o los licores de hierbas" estimulen el sistema inmunitario y la resistencia al contagio.
Si se suma la situación de aislamiento a la ecuación, el abuso del alcohol puede generar otro tipo de
problemas de tipo social como
adicciones o fomento de la violencia. Aunque pensemos que el "alcohol ayuda a lidiar con el estrés", en realidad aumenta los "síntomas de pánico y agrava los trastornos de ansiedad y depresión."
Desde el ISS, aconsejan
sustituir su consumo por la práctica de ejercicio dentro de casa, ya que la actividad física, "ayuda a fortalecer el sistema inmunitario", además de ser "una forma, tanto a corto comoa largo plazo, muy ventajosa de pasar este período de cuarentena".
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