El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La
disminución del consumo de tabaco es un objetivo que se presenta a nivel internacional en el que están involucrados tanto Estados como entidades de todo tipo. Para avanzar en esta materia, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elaborado un informe en el que proporciona
doce directrices para ayudar a los fumadores a abandonar el consumo. Estas recomendaciones abarcan desde el
apoyo para abandonar el hábito,
asesoramiento o terapias, hasta
intervenciones digitales, farmacológicas, y políticas a nivel del sistema. Estas directrices van de la mano de las propuestas que
España recoge en su
Plan Antitabaco, aprobado el pasado mes de abril, entre las que aparece la
disminución del marketing para paliar el consumo de cigarrillos normales y electrónicos y aumentar los
espacios sin humo.
En este informe, titulado ‘Directrices de
tratamiento clínico de la
OMS para dejar de fumar en adultos’, la organización recomienda, como punto de partida, ofrecer
apoyo conductual “tanto en entornos clínicos como comunitarios”. Para ello, propone dos directrices, que se basan, por una parte, en proporcionar “
consejos breves” (de entre 30 segundos y 3 minutos por encuentro) desde los
proveedores de atención sanitaria “como práctica habitual
a todos los fumadores”.
Sugiere que se ofrezca “un apoyo conductual” que sea “más intensivo” para todos los
fumadores que estén
interesados en abandonar este hábito. Estas opciones abarcan el
asesoramiento individual “cara a cara”, el grupal, y el telefónico. En este sentido, la organización asegura que “existe una evidencia con certeza moderada de que el asesoramiento breve
aumenta la abstinencia a largo plazo”.
Abandono del tabaco con intervenciones digitales
El tercer punto que recoge la
OMS se centra en las
modalidades digitales para dejar de fumar, es decir, los mensajes de texto, las
aplicaciones para los móviles, intervenciones basadas en la Inteligencia Artificial (IA) o el internet. Estas opciones se pueden utilizar, según detalla el documento, tanto de manera individual como combinada, e incluso, como complemento de otras medidas para apoyar el
abandono del consumo de tabaco.
Aunque este organismo matiza que no es la medida más efectiva, sí que señala que existe una evidencia en que las
intervenciones automatizadas son más
eficaces que un “apoyo mínimo” para dejar de fumar. Además, estas actuaciones tienen potencial para llegar a
millones de consumidores y pueden servir “como punto de entrada, a través del cual pueden acceder a otras recomendaciones para dejar de fumar”.
'Intervenciones' para dejar de consumir tabaco
Por supuesto, el informe no deja atrás la importancia de las
intervenciones farmacológicas realizadas en entornos clínicos y comunitarios, las cuales plantea como una fuerte recomendación. Según señala, existen
fármacos eficaces para ayudar a abandonar el consumo de tabaco, e incluso opciones de tratamientos que se pueden llegar a combinar.
Para que esta medida sea eficaz, la
OMS destaca que es fundamental minimizar o, “idealmente,”
eliminar el coste de los fármacos así como otras barreras de acceso, con el fin de “aumentar el uso de medicamentos por parte de los consumidores de tabaco, el cumplimiento de las
recomendaciones de dosis y duración, y maximizar los impactos a nivel poblacional sobre la prevalencia”.
“La inclusión de los
medicamentos recomendados en esta guía en la
Lista Nacional de Medicamentos Esenciales de un país puede ayudar a
incrementar el acceso de los consumidores de tabaco a estos medicamentos”, añade.
Otras de las intervenciones que se valoran son el
asesoramiento individual y grupal cara a cara como opción para ayudar a aquellos
consumidores de tabaco sin humo. Para este grupo también señalan como favorable la utilización de fármacos, es decir, la
combinación de tratamientos conductuales y farmacológicos, que se presenta como otra de las recomendaciones.
Por otra parte, la
OMS señala que la evidencia es “insuficiente” para hacer recomendaciones a favor o en contra de
terapias tradicionales, complementarias y alternativas para los consumidores de tabaco interesados en dejar de fumar.
Lo que sí señala como efectivo son las
intervenciones políticas a nivel de sistema. En esta línea la OMS recomienda que todos los centros de atención de salud incluyan en sus registros médicos “el
estado del consumo de tabaco y el uso de intervenciones para dejar de fumar”, para
facilitar la interacción de los proveedores con los pacientes consumidores y, a su vez, aumentar la adopción y el mantenimiento de intervenciones de tratamiento basadas en evidencias.
Junto a esto, sugiere capacitar a todos los
profesionales sanitarios sobre la realización de intervenciones que sean eficaces para
abandonar el consumo de tabaco “con indicaciones y
comentarios continuos en sus prácticas médicas rutinarias”. Por último, propone que estas intervenciones se ofrezcan siempre de forma
gratuita (o con un coste muy bajo), para que sean accesibles a toda la población.
Actuaciones de España contra el consumo de tabaco
A finales de abril, el
Consejo de Ministros aprobaba el Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, con el objetivo de
reducir la prevalencia en el consumo de tabaco y productos relacionados. Se trata de un plan que se alinea con las directrices de la
OMS, que en más de una ocasión puso en relieve como la
industria tabacalera que revela estas empresas utilizan
estrategias engañosas y perjudiciales para evadir regulaciones y perpetuar este consumo.
La sintonía con los planes del
Ministerio de Sanidad se puede ver reflejadas en las medidas propuestas contra las
campañas de marketing, publicidad y la
presión institucional que ejerce la industria tabacalera para evitar que las leyes aborden de manera integral la prevención y
control del tabaquismo.
Además, la
OMS también se muestra favorable de las medidas españolas que avanzan contra el consumo de
cigarrillos electrónicos. Esto se puede ver en informes de la propia organización, que incluyen
recomendaciones para los países que busquen paliar los
efectos nocivos y adictivos de estos dispositivos. Las medidas que proponen coinciden con las del plan antitabaco de nuestro Gobierno.
Estas abarcan desde la reducción del
atractivo de los cigarrillos electrónicos, hasta la idea de
equiparar su regulación con la del tabaco y los productos relacionados con o sin nicotina.
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