"La ONT no necesita ser vinculante para resultar imprescindible"

El primer trasplante de útero que ha realizado con éxito el Hospital Clínic se materializó sin aplicar algunas recomendaciones que se habían solicitado desde la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) tras evaluar el proyecto. Esta nota 'discordante' supone un antecedente en la historia del organismo público, puesto que en 34 años nunca había sucedido algo parecido. Pese a que los acuerdos que se alcanzan en la Comisión Permanente de Trasplantes no son de obligado cumplimiento, los apuntes que se desprenden de ella siempre son atendidas por parte de los hospitales, confirmando su papel imprescindible en estos procedimientos.

"La ONT consigue un pacto entre todos sin que exista una vinculación real, gracias a ello ponemos en marcha nuevos proyectos", señalan fuentes de la organización a Redacción Médica remarcando que "no es preciso un pacto vinculante porque hay una unión entre la organización y todas las comunidades para caminar de la mano en el consenso". En este sentido, la forma en la que se abordarán estos proyectos experimentales a partir de ahora se hará de la misma manera en la que lleva trabajando históricamente la organización. "No tenemos ningún pensamiento negativo al respecto, no creemos que pueda peligrar la forma en la que hacemos las cosas ahora", exponen.

El papel de la Comisión Permanente de Trasplantes

Opciones como acaparar mayores competencias o establecer pactos vinculantes en su Comisión Permanente de Trasplantes para evitar que otros hospitales pudieran emprender algunas acciones al margen del organismo público no se ven como necesarias. "El papel que tenemos es ya muy importante, no querríamos coger más competencias que las que actualmente tenemos". Por tanto, ni se plantean ni ven 'peligrar' su posición de cara al futuro tras lo sucedido.

La Comisión Permanente de Trasplantes incluye a miembros de la ONT y de las comunidades autónomas. En ella, tras evaluar los proyectos presentados, se alcanza un acuerdo para ir todos en una misma dirección. "Funciona muy bien y todo lo que sale adelante se cumple teniendo en cuenta la opinión de la ONT", aseguran. Muestra de ello, explican, es que "el Clínic envió un segundo proyecto para realizar otro trasplante de útero en el que sí integraban esas opiniones" que no se incluyeron en el primero.

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"La Comisión Permanente de Trasplantes funciona muy bien y todo lo que sale adelante se cumple teniendo en cuenta la opinión de la ONT"

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¿Por qué pudo se puedo hacer el trasplante de útero?

Tal y como explica la ONT a Redacción Médica, cuando el proyecto para el trasplante de útero se trasladó a la organización, se remitió a la Comisión Permanente de Trasplantes donde se debatió entre expertos los detalles de este procedimiento. Desde el momento inicial, se generó "mucho debate" y se concluyó que para analizarlo se debía crear una Comisión de Bioética en la que participara el comité propio en esta materia de la organización incorporando, en este caso, expertos en Ginecología.

Una vez estudiado con cuidado el proyecto se hicieron una serie de planteamientos con potenciales modificaciones que se remitieron a los médicos responsables de la propuesta. Sin embargo, tal y como afirma la ONT, el equipo del Clínic decidió realizar el transplante de útero (que tuvo lugar en 2020, en medio de la incertidumbre inicial provocado por la irrupción del covid) tal y como estaba planteado sin pasar el proyecto con los cambios propuestos a la Comisión para su aprobación final.

El hecho de que el Clínic pudiera seguir adelante con su hoja de ruta se debe a que "las competencias sanitarias están transferidas a las autonomías porque así funciona el sistema sanitario en España", explican desde la ONT. Es por ello que, pese a que "el hospital no devolvió el proyecto antes de realizar el primer trasplante de útero con las modificaciones que se solicitaron desde la organización", el hospital catalán pudo acometer esta operación sin ningún inconveniente.

Desde el centro hospitalario catalán indicaron a este periódico que el trasplante de útero contaba con las bendiciones de tres comités éticos (el hospital, el de Cataluña y el de la ONT). "Nadie quería hacer nada que no estuviera dentro de la más estricta legalidad en el convencimiento de que todo lo que estábamos haciendo era correcto y bendecido por los comités éticos", afirmó a Redacción Médica Antonio Alcaraz, cirujano de trasplantes responsable de este caso.