Según un estudio realizado en Madrid, la contaminación acústica urbana es un factor de riesgo en las depresiones

Relacionan el ruido del tráfico con el incremento de urgencias por ansiedad
Julio Díaz y Cristina Linares.


8 ene. 2020 11:50H
SE LEE EN 4 minutos
Una investigación de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III (ENS-ISCIII) relaciona la contaminación acústica, en concreto el ruido del tráfico, de Madrid con el incremento de ingresos hospitalarios por ansiedad y depresión e incluso con casos de suicidios producidos en esta capital.

La investigación, liderada por Julio Díaz y Cristina Linares del departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela Nacional de Sanidad, concluye que la contaminación acústica por ruido de tráfico urbano debe de considerarse un importante factor de riesgo en la aparición y en la exacerbación de los síntomas de estas enfermedades.


Las relaciones halladas podrían modularse según el sexo, la edad y el nivel socioeconómico


En el trabajo, que acaba de publicarse Science of the Total Environment también participan Jose Antonio López Bueno de la ENS-ISCIII, junto a Juan José López Ossorio, José Luis González y Fernando Sánchez, de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior.

Los autores, que señalan la necesidad de realizar más estudios al respecto para sustentar las conclusiones de su trabajo, han llevado a cabo la investigación para tratar de paliar la escasez de investigaciones en torno a la relación entre ruido por tráfico urbano, estrés neurológico y desarrollo de enfermedad mental. Según añaden, las relaciones halladas podrían modularse según el sexo, la edad, el nivel socioeconómico y el entorno comunitario de los afectados.


Contaminación del aire y enfermedad


Julio Díaz y Cristina Linares, que llevan años trabajando sobre la influencia de la contaminación, los extremos térmicos y el ruido en la aparición de diversas enfermedades, explican que hay numerosas investigaciones sobre la relación entre contaminación del aire y enfermedad, pero que el ruido del tráfico urbano es uno de los factores de riesgo menos estudiados.

El estudio explica que la capacidad de la contaminación acústica urbana para estresar el sistema nervioso se determina en dos niveles. Por un lado, tiene un impacto psicológico ligado a la excitación del hipotálamo tras la llegada del sonido a las estructuras talámicas auditivas. Por otro, hay alteraciones orgánicas en el eje hipotalámico pituitario adrenocortical (HPA) y el sistema simpático adrenal medular (SAM).


La investigación se realizó entre 2010 y 2013 y también analizó la influencia en el número de suicidios diarios


La investigación, llevada a cabo en Madrid entre 2010 y 2013, ha analizado la influencia de los indicadores de contaminación acústica en los ingresos urgentes diarios por ansiedad, depresión así como el número de suicidios diarios. También se han analizado variables más conocidas, como las concentraciones diarias de contaminantes como el NO2, PM10, PM2,5 y O3, y las
temperaturas en olas de frío y de calor, cuya relación con sus impactos sobre la salud está más consolidada.

El estudio concluye que los ingresos por ansiedad, depresión y suicidio sí están relacionadas con los niveles de ruido equivalente (LEQ), y que también se observan más casos de ansiedad ligados a temperaturas extremas en olas de frío. Por contra, en este caso no se observaron vínculos entre los contaminantes químicos y la aparición de las citadas patologías.

Este estudio se enmarca en una línea de investigación pionera en los impactos a corto plazo sobre la salud de la población y que ha dado lugar a más de una decena de estudios publicados en revistas internacionales y a una tesis doctoral premio extraordinario de doctorado del Departamento de Medicina Preventiva de la UAM.


Demencia y párkinson


Este nuevo trabajo confirma las asociaciones ya encontradas en estudios previos realizados por Linares y Díaz , en los que se observó una relación entre el ruido del tráfico y la aparición de enfermedades neurodegenerativas como la demencia y el párkinson, debido a la capacidad del ruido como factor estresante para el sistema nervioso.

Los investigadores consideran que estos nuevos resultados consolidan una hipótesis ya observada en investigaciones previas: que la contaminación acústica podría tener incluso un mayor impacto en la salud que la contaminación química urbana tanto en el número de enfermedades a las que afecta como en el riesgo atribuible a este contaminante.

Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.