Exteriores de las oficinas de Muface.
La
Mutualidad General de Funcionarios del Estado (Muface) está viviendo su momento clave. Después de que el Gobierno sacara a licitación el
concierto de asistencia sanitaria para los próximos 3 años, con
un aumento de la prima de hasta el 10 por ciento para 2024 y un
presupuesto de 3.571 millones de euros, ahora es turno de que las aseguradoras decidan si quieren participar en él y ver el futuro de este modelo.
Tal y como adelantó
Redacción Médica, una de las cuatro compañías que actualmente opera en el convenio no tiene claro si continuará en él.
Es el caso de DKV, que hace unos días explicaba a este periódico que, de momento,
estaban “valorando internamente” la licitación, pero reconocían que los pliegos del nuevo concierto de asistencia sanitaria se lo estaban “poniendo difícil para renovar”.
Ante
la posibilidad de que Muface se quede sin una de las aseguradoras con la que actualmente trabaja (las otras son
Asisa,
SegurCaixa Adeslas y el
Igualatorio de Cantabria), Carmen Espejo, representante de CSIF en el Consejo General de Muface, defiende
la solidez del modelo y asegura que el único problema sería suplir la atención sanitaria de los mutualistas de la aseguradora que decida no continuar.
“
No nos preocupa el modelo, nos preocupa la atención sanitaria que se pueda prestar a mutualistas y beneficiarios con una aseguradora menos”, asegura Espejo. “
Muface ha demostrado que funciona y que presta un buen servicio de asistencia sanitaria. Por eso, queremos seguir teniendo una atención buena, en condiciones y de calidad”.
Opciones más restrictivas si hay una aseguradora menos
De hecho, Espejo considera que la posible salida de una de las aseguradoras que actualmente operan en Muface “no va en contra del servicio de asistencia sanitaria” en sí que la mutualidad pueda ofrecer, pero sí puede
comprometer las opciones de elección que tenga el mutualista, “que cada vez va viendo opciones más restrictivas”.
“
El modelo va a seguir existiendo y funcionando, pero si DKV u otra aseguradora decidiese finalmente no adherirse a la licitación, todos esos mutualistas que, a día de hoy, la han elegido para tener asistencia sanitaria
deben ser absorbidos bien por las otras opciones concertadas o por la sanidad pública”.
Sin embargo, tal y como reconoce la representante de CSIF a este medio, en el último Consejo General de Muface el sindicato ya expuso a la Dirección General
su preocupación por las actuales condiciones del concierto “porque podrían poner en peligro la asistencia sanitaria, así como las opciones a entidades médicas que los beneficiarios pudieran tener”.
"Desde CSIF
no vamos a permitir que se deje morir Muface por ‘inanición’, un modelo que está continuamente en el punto de mira e insistimos en el hecho de que la Administración está obligada a garantizar su continuidad. Recordamos que el mutualismo administrativo se constituyó en un momento histórico en el que los funcionarios carecían de Seguridad Social y tenían que costear de forma privada un seguro de atención sanitaria",
expuso el sindicato en su momento, reclamando una reunión con la ministra de Hacienda,
María Jesús Montero.
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