Luis Pastor, jefe de la Unidad de Dermatología del Hospital Ruber Internacional.
El
cáncer de piel es el
más frecuente de todos los cánceres calculándose que un 50 por ciento de las personas mayores de 60 años padecerán algún tipo de cáncer de piel y un 25 por ciento más de uno. Para hacerle frente, el
Hospital Ruber Internacional cuenta con una técnica mínimamente invasiva: la
terapia fotodinámica.
Esta terapia "aporta
excelentes resultados y actúa sobre las células cancerosas respetando los tejidos sanos que les rodean". Emplea una sustancia fotosensibilizante (metilaminolevulinato) que se incorpora a las células, siendo mucho mayor su entrada en aquellas células tumorales y tras 3 horas de incubación se exponen a una luz roja que estimula dicha sustancia situada ya en el interior de las células tumorales
ocasionando la destrucción de las mismas.
Tratamientos clásicos
Existen
tratamientos clásicos como la cirugía, electrocoagulación, crioterapia o radioterapia, que serían la primera elección en casi todos los casos de carcinomas, "pero se han generado
nuevos tratamientos como la Cirugía Micrográfica de Mohs con menor índice de recidivas (reaparición del tumor)", ha explicado
Luis Pastor, jefe de la Unidad de Dermatología del Hospital Ruber Internacional.
La aparición del cáncer de piel depende de dos factores: la exposición solar y el tipo de piel de cada persona
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Este procedimiento "consiste en
estudiar microscópicamente los bordes de la lesión durante la intervención quirúrgica, indicando al cirujano por qué lado de la lesión debe continuar extirpando por estar aún afectado por el carcinoma, proceso que continuará hasta que esté completamente eliminado para luego cerrar la herida quirúrgica", ha continuado Pastor.
Aparición del cáncer
La aparición del cáncer de piel depende de dos factores, la
exposición solar y el tipo de piel. El tipo de piel no se puede modificar pues depende de la carga genética de cada persona y se clasifican en seis tipos diferentes según el tono de piel y su resistencia a quemarse con el sol.
La exposición continuada y la intermitente en los meses de verano, con el deporte o los baños de radiaciones ultravioleta UV, induce daños en el DNA de las células de la piel que van acumulando defectos cromosómicos (efecto memoria) los cuales llegado un momento el organismo
no los puede reparar por lo que comienzan a aparecer las lesiones precancerosas y posteriormente el cáncer de piel.
Según explica el jefe de la Unidad de Dermatología del Hospital Ruber Internacional, "dentro de las radiaciones solares, los más peligrosos son los
rayos ultravioleta A UVA y B UVB capaces de generar quemaduras de sol, fotoenvejecimiento y cáncer de piel".
Existen muchos tipos de cáncer de piel, pero los más frecuentes son los
carcinomas basocelular y espinocelular y los melanomas, siendo estos últimos los más agresivos.
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