El especialista ha centrado su formación en la Cardiología Pediátrica: "Es importante dar un apoyo integral"

Marcos Clavero, cardiólogo pediátrico en HLA Centro Médico Zaragoza.
Marcos Clavero, cardiólogo pediátrico en HLA Centro Médico Zaragoza.


25 abr. 2024 12:50H
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La Cardiología Pediátrica es una rama de la Medicina que se especializa en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del corazón en niños, desde el período neonatal hasta la adolescencia. Los cardiólogos pediátricos están capacitados para diagnosticar y tratar una amplia gama de afecciones cardíacas congénitas (presentes al nacer) y adquiridas en niños como lo son: los defectos cardíacos estructurales, las arritmias, las enfermedades del músculo cardíaco y las enfermedades del revestimiento interno del corazón.

Estos profesionales trabajan en estrecha colaboración con otros especialistas, como lo son los cirujanos cardíacos pediátricos, proporcionando una atención integral a los pacientes pediátricos que tengan una patología cardíaca. HLA Centro Médico Zaragoza ha ampliado su Área de Cardiología con la incorporación de un nuevo cardiólogo pediátrico, Marcos Clavero. El especialista ha querido resaltar la importancia de esta rama de la Cardiología, que sirve para detectar un gran abanico de patologías que afectan a una gran diversidad de pequeños.

“En ocasiones realizamos estudios de pacientes aparentemente sanos, en los que sus pediatras de Atención Primaria detectan anomalías, como puede ser un soplo, en las que interesa descartar que exista una cardiopatía congénita subyacente. Otras veces, hacemos valoraciones preventivas a niños/as deportistas, en los que un estudio cardiológico normal aporta tranquilidad a las familias y a los clubes”, explica el especialista.

“Por otro lado, también controlamos de forma estrecha a pacientes ya diagnosticados de problemas cardiológicos. Algunos de ellos presentan malformaciones cardíacas ya desde el nacimiento (cardiopatías congénitas), que en ocasiones necesitan de una o varias cirugías para ser corregidas. Otras veces, estos problemas cardíacos aparecen durante el desarrollo de los niños, como pueden ser las alteraciones de la conducción eléctrica del corazón (arritmias)”. Dependiendo de la gravedad y la naturaleza del problema cardíaco, algunos niños deben evitar practicar ciertas actividades o deportes que podrían ser demasiado exigentes para su corazón, afectando a su participación en actividades sociales y recreativas.

Este tipo de pacientes pediátricos que estén afectados con alguna patología cardíaca, requieren de hospitalizaciones recurrentes y tratamientos médicos continuos, que puede interferir en su vida diaria de manera negativa, además de ver afectada su asistencia escolar y las actividades familiares. Por eso es importante proporcionar un apoyo integral a este tipo de y también a sus familias, incluyendo atención médica especializada, apoyo emocional y recursos educativos para ayudarles a manejar los desafíos asociados con su condición cardíaca. “En lactantes o niños pequeños puede implicar problemas en el desarrollo ponderoestatural y dificultades en la alimentación, por suponer un mayor esfuerzo para ellos de lo que debería. En niños más mayores y adolescentes, puede limitar su día a día, impidiéndoles realizar una actividad física o deportiva al mismo nivel que sus compañeros”, indica Clavero.

Gracias a la variedad de técnicas que se utilizan en Cardiología Pediátrica, se pueden diagnosticar y tratar las diversas enfermedades cardíacas en los más pequeños. “Como en cualquier especialidad médica, la base para poder orientar un diagnóstico es la anamnesis (la historia que cuenta la familia) y la exploración física. Por suerte, en Cardiología contamos con dos herramientas de gran utilidad, disponibles en la propia consulta y que realizamos de forma rutinaria, el electrocardiograma y la ecocardiografía. Aportan gran información acerca del sistema eléctrico de corazón, su estructura y su capacidad de eyección sanguínea”, comenta el especialista.

La ecocardiografía es una técnica de ultrasonido que utiliza ondas sonoras para crear imágenes del corazón en tiempo real. Permite evaluar la estructura y la función del corazón, así como detectar defectos cardíacos congénitos. Por su parte, el electrocardiograma registra la actividad eléctrica del corazón y se utiliza para diagnosticar trastornos del ritmo cardíaco y anomalías estructurales del corazón. Entre otras pruebas también se incluyen el holter y la monitorización ambulatoria de la presión arterial, el cateterismo cardíaco, la resonancia magnética cardíaca, la tomografía computarizada cardíaca o las pruebas de ejercicio. El cardiólogo pediátrico seleccionará qué pruebas son las más apropiadas según las necesidades individuales de cada paciente.


Diagnóstico precoz de enfermedades cardiovasculares


La detección temprana de patologías cardiovasculares es fundamental para mejorar los resultados clínicos, reducir complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes. “Gracias al avance de la tecnología, la medicina fetal ha experimentado un avance espectacular. Cada día existen mejores equipos ecográficos que permiten la detección precoz de problemas cardíacos en fases tempranas de la gestación. Durante el embarazo, es raro que las cardiopatías congénitas pongan en riesgo la vida del feto. Sin embargo, en aquellas situaciones en las que los problemas detectados sean graves, permite al equipo médico planificar de la mejor manera posible el parto y las intervenciones necesarias tras el nacimiento” indica Clavero.

“Además, ayuda a los padres a entender los problemas que pueda presentar su hijo/a y a resolver las dudas que les surjan, minimizando las situaciones inesperadas que generan gran angustia a las familias. Por eso, desde Cardiología Pediátrica, insistimos siempre en seguir de forma adecuada los controles del embarazo realizados por los obstetras y cardiólogos infantiles”, añade el doctor.

Por otro lado, en febrero de 2015, la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas emitió junto al Consejo Superior de Deportes una guía clínica de evaluación cardiovascular previa a la práctica deportiva. En ella se consideró que todo niño/a sano que vaya a practicar deporte, debería someterse cada dos años a una evaluación cardiológica. Dicho examen debería incluir, al menos, una anamnesis detallada, una exploración física y un ecocardiograma. Además, incluye recomendaciones deportivas para pacientes que tengan problemas cardiológicos.


Así ha evolucionado la Cardiología Pediátrica


La Cardiología Pediátrica ha experimentado una notable evolución a lo largo del tiempo, con avances significativos tanto en el diagnóstico, el tratamiento y el manejo de las enfermedades cardíacas en niños. Algunos hitos importantes en su evolución incluyen el desarrollo de técnicas de diagnóstico, las mejoras en la cirugía cardíaca pediátrica con la introducción de técnicas quirúrgicas menos invasivas, mejoras en la circulación extracorpórea y una comprensión más profunda de la fisiología cardíaca pediátrica. También en el desarrollo de tratamientos farmacológicos específicos para la insuficiencia cardíaca.

Por otro lado, el enfoque que se lleva a cabo es multidisciplinar, con la colaboración entre cardiólogos pediátricos, cirujanos cardíacos pediátricos, especialistas en cuidados intensivos pediátricos, genetistas y otros profesionales de la salud. Se ha avanzado también en la prevención, gracias a la identificación temprana de factores de riesgo e incluyendo la promoción de estilos de vida saludables. Por último, en el terreno de la rehabilitación cardíaca en niños, se ha reconocido su importancia con aquellas enfermedades cardíacas congénitas o adquiridas.

En resumen, todos estos avances han llegado a que existan mejoras en los resultados clínicos y en una mejor calidad de vida de los niños que sufren este tipo de enfermedades cardíacas. No obstante, es un campo que continúa en constante desarrollo gracias a los desafíos que surgen constantemente. “Aparte de las mejoras en el diagnóstico, el tratamiento de las cardiopatías congénitas y las arritmias en la edad pediátrica ha evolucionado sobremanera en los últimos 20-30 años. Se han desarrollado técnicas quirúrgicas, intervencionistas (cateterismos) y de electrofisiología (tratamiento invasivo de arritmias) que han permitido dar solución a problemas cardiacos que hace décadas presentaban muy mal pronóstico”, señala el médico.

Marcos Clavero finalizó la especialidad de Pediatría en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza en el año 2020. Durante su último año de residencia, centró su formación en Cardiología Pediátrica, la cual completó en los años siguientes tanto en el Instituto Pediátrico del Corazón del Hospital 12 de Octubre de Madrid como en la propia la Unidad de Cardiología Pediátrica del Hospital Miguel Servet, en el que actualmente también trabaja. “El Grupo HLA me ha ofrecido formar parte del equipo de Cardiología. Un proyecto interesante con el que poder complementar mi actividad laboral en Cardiología Pediátrica, así como compartir equipo y pacientes con un grupo reconocido de cardiólogos con una amplia experiencia”, recalca el experto.
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