Julio Lorca, director de Desarrollo en Salud Digital de DKV.
En los últimos años, la
Salud Digital se ha manifestado como una solución para
descongestionar los centros de Salud y para facilitar la
conexión entre el paciente y el facultativo. Ahora, en
tiempos de coronavirus, se presenta como una vía para
frenar los contagios por Covid-19, pues permite a los pacientes recibir
consultas desde casa vía telemática, y, a su vez, evitar que los
ciudadanos dejen de consultar sus problemas de salud por no querer pisar centros sanitarios, lo que podría generar mayores problemas asistenciales en el futuro próximo.
Julio Lorca, director de
Desarrollo en Salud Digital de DKV y miembro de la junta directiva de la
Asociación de Salud Digital, atiende a Redacción Médica para exponer de qué manera puede la
telemedicina ayudarnos en el actual contexto de
pandemia de coronavirus. Lorca va más allá y defiende la necesidad de que el Gobierno desarrolle un
plan estatal para impulsar esta herramienta de Salud Digital.
¿Es la telemedicina la llave para no saturar el SNS durante la pandemia de coronavirus?
Como hemos oído repetidamente, aun asumiendo un número dado de casos, inevitables, el impacto sanitario y social puede ser tremendamente diferente dependiendo de la velocidad de contagio. En caso contrario, si se dan muchos casos al mismo tiempo, n
uestro sistema sanitario será incapaz de atendernos a todos simultáneamente. Hay un número finito de recursos, por ejemplo, de
UCIs, y si los casos graves se concentran, nos veremos desbordados como está empezando a ocurrir en Madrid.
"El 75 por ciento de las visitas presenciales a centros de Atención Primaria serían sustituibles por telemedicina"
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Para ayudar ahora desde todas las instancias, es necesario
minimizar la movilidad de los ciudadanos para disminuir las posibilidades de contagio, en un periodo de tiempo determinado. De ahí que
tengamos que permanecer en casa.
Pero en una circunstancia como esta, se dan determinadas situaciones que complican mucho todo. Pues las personas se siguen poniendo enfermas de otras cosas que, cuando una persona se encuentra mal, ocurra lo siguiente:
a) Si esta persona decide acudir a un médico, pues está angustiada al no saber la causa o la gravedad de lo que le ocurre,
se arriesga a ser contagiada (o contagiar a otros en un transporte público). Luego, se sienta en una sala de espera de un centro de salud, donde su riesgo y el de otros se incrementa. Por último,
sobrecarga a sanitarios que están agotados, y que deben poder atender a los casos verdaderamente graves.
b) Pero puede ocurrir que
verdaderamente necesite una atención urgente, y que por miedo a contagiarse se quede en casa, y llegue a evolucionar gravemente.
Para la
Asociación Médica Americana, el 75 por ciento de las visitas presenciales a centros de atención primaria y urgencias serían innecesarias o sustituibles por una atención médica a distancia. Y esto es lo que aporta la telemedicina
: resolver dudas sobre si es grave o no un caso, o dar asesoramiento en caso de una patología menor.
¿Cree necesario un plan de impulso estatal en este sentido?
"La telemedicina no busca sustituir la figura del médico presencial"
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Sin lugar a dudas. En
Estados Unidos ha habido
cambios legislativos para favorecer el pago de estos actos, cuando antes estaba limitado a situaciones restringidas. En
Francia, el gobierno lo considera una de las dos medidas mas importantes a activar. Igual en
Australia, en Alemania. Yo no he oído eso desde nuestro gobierno hasta ahora. Por ejemplo, algunas
leyes restrictivas en casos de normalidad se pueden y deben relajar, como la prescripción de antibióticos por teleconsulta, cuando tanto médico como enfermo están acreditados de forma segura.
¿Cómo evitar algunos problemas que plantea la telemedicina? Por ejemplo, la necesidad de realizar auscultaciones, mediciones de tensión u otro tipo de comprobaciones que requieren la presencia del médico.
La telemedicina no busca sustituir la figura del médico presencial, sino apoyar en aquellos casos en los que la evidencia científica demuestra que los
resultados virtuales son equivalentes. No obstante, hoy tenemos tecnología suficiente para hacer muchas cosas por esta vía. Por ej:
hay dispositivos de auscultación digital que se pueden aplicar a un anciano en una residencia y cuya grabación es escuchada más tarde, o en el mismo momento, por un cardiólogo distancia; al tiempo que recibe el ECG que le ha hecho una auxiliar. Sin embargo, la mayoría de los casos son más sencillos.
Una foto de una dermatitis o de la conjuntiva irritada... Aunque en la mayoría de los casos es suficiente con una simple
entrevista.
¿Qué profesionales movilizaría usted para ejercer la telemedicina mientras dure la crisis del coronavirus?
En principio a
médicos de Familia e internistas, pero es factible para muchas especialidades; por ej. un
endocrino podría revisar es estado de una diabetes y especialmente un
psiquiatra o un psicológico pueden dar apoyo en situaciones de angustia o de revisión de la pauta terapéutica, que se van a empezar a demandar. O un
cirujano, puede revisar tras el alta, mediante una foto el aspecto de la herida quirúrgica que generó la cirugía, o la ulcera de presión del anciano encamado…
¿Hasta qué punto avala DKV la telemedicina?
Bajo las premisas que he expresado antes,
de forma absoluta.
¿Podría ser una vía también para los pacientes de coronavirus con síntomas leves?
Claro, la forma de presentación es relativamente clara para diferenciar de otros cuadros respiratorios, y un médico, tras evaluarlo, puede dar
pautas de autoobservación para que vuelva a conectar si la evolución indica alguna complicación.
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