Douglas A. Melton, codirector del Instituto de Células Madre de Harvard.
Douglas A. Melton lleva décadas analizando las posibilidades de las células madre para la creación de terapias para tratar diferentes patologías, como la
diabetes tipo 1. Este científico, investigador del Instituto de Medicina Howard Hughes y codirector del Instituto de Células Madre de Harvard, es pionero en el proceso de conversión de células madre en células beta productoras de insulina, lo que puede hacer posible una terapia de sustitución celular para este tipo de diabetes.
Todo su trabajo de la búsqueda en pro de la cura de esta enfermedad le ha hecho merecedor del premio de la III edición de
Abarca Prize, el reconocimiento internacional de Ciencias Médicas Doctor Juan Abarca, que le será entregado en la noche de este miércoles. En una entrevista con
Redacción Médica, Melton destaca el potencial de trabajar con células madre para
futuros tratamientos, como una alternativa más natural.
'Redacción Médica' entrevista al ganador del tercer Abarca Prize, el investigador Douglas A. Melton.
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¿Se siente orgulloso de haber sido el elegido como el ganador en esta nueva edición de los Abarca Prize? ¿Qué supone para usted recibir este galardón?
Sí, me siento muy honrado y me hizo mucha ilusión cuando me lo anunciaron. Es una satisfacción particularmente viniendo de la familia Abarca, que ha invertido tanto tiempo en ofrecer una mejor sanidad en España. Con lo cual me complace muchísimo que se me asocie con el premio y con esta familia.
¿Por qué es importante reconocer a los investigadores?
Me gusta pensar que los jóvenes puedan ver que si trabajas duro para resolver un problema junto con un equipo no solo puedes disfrutar del producto de tu trabajo, sino que tienes la ventaja de poder ayudar a otros.
¿En qué se está centrando actualmente su investigación? ¿Cuáles son los últimos avances alcanzados?
Mi intención es
producir suficientes células para tratar a los millones de pacientes que las necesitan. Más allá de eso, me gustaría utilizar el tratamiento de modificación genética o el dispositivo de bioingeniería para colocar estas células en los pacientes sin necesidad de inmunosupresión.
La parte importante del trabajo es que sabemos que estas células sí que funcionan, que los ensayos clínicos han demostrado que estos islotes de células madre
pueden tratar de manera efectiva la diabetes tipo 1.
"En lugar de administrar fármacos, que en el fondo son toxinas para tratar las enfermedades, si lo cambiamos por células y genes, estamos ofreciendo un tratamiento más natural"
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Precisamente, usted es pionero en el proceso de conversión de células madre en células beta productoras de insulina, que puede llegar a ser una terapia de sustitución celular para este tipo de diabetes. ¿Cómo ha evolucionado este campo desde que empezó a investigar en él?
Todo empezó con el descubrimiento de que las
células madre podían constituir cualquier otra célula del organismo. Era bastante evidente que había que buscar la manera de enseñar a esas células a convertirse en las células que les faltan a aquellos que sufren alguna enfermedad.
La primera de esas patologías ha sido la diabetes tipo 1 porque además está descrita desde hace muchos años y se sabe que en este tipo de diabetes lo que le falta al paciente es esa célula que produce la insulina. Te lo puede decir hasta un estudiante de bachillerato: si tienes una célula que se puede convertir en cualquier célula del organismo y en el organismo hay una célula que falta, solo hace falta
conectar los puntos.
"La idea es utilizar las células madre para entender la causa raíz de la enfermedad y, como en el caso de la diabetes, tratar de hacer una sustitución celular"
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¿Por qué decidió centrarse en esta área concreta?
Fue por motivos personales. A mi hijo le diagnosticaron diabetes tipo 1 cuando tenía seis meses. Antes de eso había estado trabajando como
biólogo del desarrollo (así se conoce a la especialidad) y estudiaba como el óvulo fertilizado puede convertirse a la larga en una rana. Y mi mujer se ocupaba del bebé; tenía que levantarse cada varias horas en plena noche a pincharle el dedito, a medirle los niveles de azúcar, inyectarle… Y entonces me dijo, ¿por qué que no te vas a ese laboratorio donde trabajas y buscas una cura para esto?
Además, usted codirige el Instituto de Células Madre de Harvard, ¿qué papel pueden tener las células madre en el desarrollo de nuevos tratamientos?
El Instituto de Células Madre de Harvard es probablemente la concentración más amplia de científicos de células madre en el mundo. Hay más de 1.100 investigadores en nuestro laboratorio. La idea es muy sencilla: en primer lugar,
utilizar las células madre para entender la causa raíz de la enfermedad y, por otra parte, utilizar esas células madre, como es el caso de la diabetes, para tratar de hacer esa sustitución celular. En muchas enfermedades, no en todas, se podría utilizar esta investigación de células madre para buscar tratamiento.
Yo diría que
los dos avances más interesantes de la Medicina moderna son la capacidad de modificar los genes y la posibilidad de utilizar células madre. Si lo contemplamos desde una perspectiva más amplia, en lugar de administrar fármacos, que en el fondo son toxinas, para tratar las enfermedades, al cambiar a las células y los genes, estamos ofreciendo un tratamiento más natural. Con lo cual estamos hablando de células humanas y estamos sustituyendo de esta manera una que faltaba en un organismo.
El científico destaca por sus investigaciones que abren la puerta a la cura de la diabetes tipo 1.
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