Carlos Rus, presidente de ASPE.
Empeora la situación de gasto en la
sanidad privada. La
inflación y el regreso a un
IVA del 21 por ciento para los productos sanitarios están teniendo “un impacto muy negativo” en la cuenta de resultados de este sector. Según señalan desde la
Asociación de la Sanidad Privada Española (ASPE) en declaraciones a Redacción Médica, la subida de los costes a todos los niveles está provocando que los “escasos” márgenes de beneficio sean “cada vez más estrechos”.
“La inflación es un mal general en cualquier
actividad económica pero aún más en el sector hospitalario porque nuestros costes son altamente sensibles a las subidas salariales, a las subidas en los precios de los suministros, de los carburantes, de los seguros de responsabilidad civil, etc.”, afirman fuentes de la patronal privada. De este modo, concluyen que
“la repercusión está siendo muy negativa”. “Vemos como nuestros ya de por sí escasos márgenes son cada vez más estrechos y lo peor es que no se ve una salida en el corto plazo que permita afrontar el futuro con optimismo”, lamentan.
En este sentido, recuerdan que el IVA al cero por ciento en productos, material y equipamiento sanitario relacionado con la lucha frente al
Covid-19 ha finalizado en julio y, por tanto, se vuelve a pagar una tasa impositiva del 21 por ciento, es decir, el más alto. Una decisión que, como advierten, “empeora más nuestra situación de gasto”.
Impacto sanitario de la subida de la luz
Concretamente, indican que los
suministros energéticos son, por detrás de los gastos de personal y de compra de fármacos y de material fungible, “la partida de gasto más relevante en la cuenta de resultados de un hospital y, por lo tanto, el aumento en el precio de los suministros energéticos en general, con el gas y la energía eléctrica a la cabeza, están teniendo un impacto muy negativo en nuestra cuenta de resultados”.
De hecho, detallan que la subida de los costes energéticos “está
salpicando poco a poco el resto de las partidas de gasto”. No obstante, matizan que la misma todavía no ha repercutido en los bienes consumibles, aunque consideran que “es cuestión de tiempo que se acabe trasladando”.
Se trata de una situación que es especialmente acuciante, según alertan, en aquellos hospitales que tengan deuda ajena y en el corto plazo tengan que hacer frente a unos mayores tipos de interés. Asimismo, detallan que, aunque el
Índice de Precios de Consumo (IPC) se sitúa actualmente en el
10,2 por ciento interanual, el incremento en gastos en el ámbito sanitario “también es superior debido al mayor coste de los profesionales sanitarios debido a la escasez de tanto de médicos como de enfermeras”.
Soluciones ante la inflación
Preguntados sobre qué estrategia proponen para combatir la
inflación, en ASPE avanzan que “en el corto plazo
la situación es difícilmente sostenible y la solución ante esta problemática no es fácil”. Con todo, aseveran que “seguir haciendo lo mismo que hasta ahora no es una opción” y, por ello plantean
medidas imaginativas, de ahorro y de eficiencia energética que ayuden a amortiguar estas subidas pues, en su opinión, “no parece que se vayan a detener en el corto plazo”.
Igualmente, urgen a la necesidad de “dar visibilidad a la
enorme inestabilidad que afrontamos desde el sector y buscar
palancas de colaboración con entidades del sector privado y público que nos permitan hacer una gestión más eficiente de los cada vez más escasos recursos”.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.