María Torres Lacomba, catedrática en fisioterapia y presidenta de la Asociación de este ámbito.
La
fisioterapia centrada en
salud de la mujer, pero también en la salud pélvica, es un ámbito de gran calado que en España pelea por, como otras ramas de esta profesión sanitaria, lograr
convertirse en una especialidad reglada. De su situación actual y de las ambiciones de estos profesionales habla en esta entrevista con
Redacción Médica,
María Torres Lacomba, primera mujer fisioterapeuta catedratica en la Comunidad de Madrid, y presidenta de la Asociación Española de Fisioterapeutas en Salud de la Mujer y Salud Pélvica (AEF-SAMU).
¿Cuál es la situación actual de la fisioterapia en salud de la mujer y salud pélvica en España?
La fisioterapia en salud de la mujer y salud pélvica en España está experimentando un crecimiento significativo y consolidándose tanto en el ámbito público como en el privado. Este campo, que abarca áreas como las disfunciones del suelo pélvico, la prevención y tratamiento de complicaciones obstétricas, problemas oncológicos, cardiovasculares y síndromes de dolor, entre otros, está ganando cada vez más visibilidad e importancia dentro del sistema sanitario. Sin embargo, persisten retos significativos, principalmente la falta de una especialización oficial reconocida en el Sistema Nacional de Salud, lo que limita el acceso a tratamientos especializados para muchas mujeres y también hombres con disfunciones de suelo pélvico.
En este contexto, la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF) y sus secciones científicas, como la de Fisioterapeutas en Salud de la Mujer y Salud Pélvica (AEF-SAMU), juegan un papel esencial en la promoción de esta área. Su labor incluye la creación de estándares de práctica clínica basados en evidencia científica y la defensa de la incorporación de fisioterapeutas especializados en el sistema sanitario público.
Actualmente, la formación en España para los fisioterapeutas es generalista, lo que impulsa a muchos profesionales a optar por la realización de Másteres Universitarios Oficiales que les permitan especializarse en áreas concretas, como la salud de la mujer y salud pélvica. Esta especialización es fundamental para abordar adecuadamente los problemas de salud femenina desde una perspectiva integral.
En el ámbito asistencial, cada vez son más los hospitales públicos y privados que cuentan con unidades especializadas en salud de la mujer y salud pélvica. Esto incluye servicios específicos en la atención primaria y especializada, reflejando la demanda creciente de profesionales formados en este área. No obstante, la oferta sigue siendo desigual en las diferentes regiones del país, lo que crea disparidades en el acceso a estos servicios especializados.
A nivel internacional, la World Physiotherapy (WCPT) reconoce la fisioterapia en salud de la mujer y salud pélvica como una especialidad desde 1999, y algunos países, como Brasil, la han incorporado formalmente desde 2009. Además, organizaciones como la OMS destacan la importancia de abordar las cuestiones de salud femenina desde un enfoque multidisciplinario, incentivando la formación y la práctica clínica especializada.
A pesar de los avances, la presencia de fisioterapeutas especializados en la sanidad pública sigue siendo insuficiente. Esta carencia impacta directamente en la calidad de atención para la salud pélvica, obstétrica, oncológica, musculoesquelética, cardiovascular y mental en las mujeres, y pone de manifiesto la necesidad de una mayor inversión en formación y recursos en este ámbito crucial para la salud femenina.
¿Por qué es necesaria la formación especializada en salud de la mujer y salud pélvica?
La salud de la mujer presenta características únicas, tanto biológicas como relacionadas con los roles de género, que requieren un enfoque especializado. A continuación, se destacan algunas áreas clave:
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Dolor persistente: Las mujeres presentan una mayor prevalencia de dolor persistente, así como de síndromes dolorosos complejos, debido a factores hormonales y psicosociales. Esto demanda enfoques de fisioterapia que combinen educación en neurociencia del dolor, ejercicio terapéutico, y fisioterapia manual, adaptados a las particularidades biológicas y psicosociales femeninas.
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Enfermedades cardiovasculares: En las mujeres, las enfermedades cardiovasculares suelen manifestarse con síntomas atípicos, lo que puede retrasar el diagnóstico. Además, la rehabilitación cardíaca debe tener en cuenta factores específicos de género, como el estrés asociado a los roles sociales, la carga de la multitarea, y la necesidad de adaptar el ejercicio terapéutico a estas realidades.
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Procesos oncológicos: Las mujeres enfrentan procesos oncológicos específicos, como los cánceres ginecológicos, y son más propensas a tumores como el cáncer de mama. Esto requiere abordajes específicos desde la fisioterapia, que incluyen la prevención y tratamiento del linfedema, el manejo del dolor secundario a los tratamientos médico-quirúrgicos, la fatiga relacionada con el cáncer, las disfunciones del suelo pélvico, y las disfunciones sexuales.
En cuanto a las alteraciones de la salud pélvica, aunque afectan predominantemente a mujeres, también pueden presentarse en hombres y niños. Se trata de un problema muy común en la población general, que necesita un tratamiento especializado a través de la fisioterapia, siendo esta la primera línea de intervención terapéutica.
La formación especializada, como los másteres universitarios oficiales, asegura que los fisioterapeutas estén capacitados para abordar estos problemas de manera integral y basada en evidencia científica, de modo que los fisioterapeutas puedan:
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Responder a la necesidad social y profesional de atención avanzada en esta área, garantizando la calidad asistencial y reduciendo la inequidad sanitaria basada en género.
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Adquirir competencias avanzadas, alineadas con las recomendaciones de la WCPT, para actuar en áreas uroginecológica, oncológica, cardiovascular, dermatofuncional, sexual, salud mental, entre otras.
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Fomentar la investigación para mejorar la calidad asistencial.
La fisioterapia está luchando por el reconocimiento de sus especialidades. Hasta que eso ocurra, ¿qué opciones de formación tiene el profesional que se quiera formar en este ámbito, y qué ventajas aportaría una especialidad reglada en este campo?
En ausencia de especialidades regladas en fisioterapia, la formación especializada se ha canalizado a través de programas privados y algunos másteres universitarios oficiales. No obstante, la calidad y contenido de estos programas suelen ser heterogéneos, y muchos programas privados carecen de acreditación.
Como destaca la AEF y la AEF-SAMU, la falta de regulación formal limita el reconocimiento profesional y la expansión de estos servicios en el sistema público de salud.
El reconocimiento de una especialidad oficial mediante Másteres Universitarios Oficiales aportaría:
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Homogeneidad formativa y desarrollo de estándares nacionales que fomenten la calidad asistencial en salud pública y privada al establecer estándares claros en conocimientos, competencias clínicas y horas de formación.
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Reconocimiento profesional y legal que facilitaría la integración del fisioterapeuta especializado en el sistema público de salud mejorando la calidad asistencial en áreas de creciente demanda social y sanitaria.
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Fortalecimiento de la investigación y apertura de oportunidades al posibilitar el acceso a estudios de doctorado y proyectos de investigación relacionados con salud de la mujer y salud pélvica desde una perspectiva de género.
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Mejor regulación del ejercicio profesional, garantizando que los fisioterapeutas tengan la formación adecuada.
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Mayor integración en equipos multidisciplinares en el ámbito sanitario, facilitando la colaboración con ginecólogos, urólogos y matronas.
La AEF también destaca la importancia de alinear estas formaciones con los estándares de la WCPT, que reconoce esta área como una especialidad desde 1999.
¿Qué respaldo normativo existe para promover la especialización en salud de la mujer y salud pélvica en fisioterapia?
Además del Real Decreto 822/2021 que regula las enseñanzas universitarias oficiales, enfatiza la importancia de los másteres como herramientas de formación avanzada y especializada, a nivel internacional, la WCPT insta a sus miembros a desarrollar modelos de especialización que combinen formación académica y práctica clínica para lograr competencias avanzadas. La AEF y la AEF-SAMU abogan activamente por el reconocimiento oficial de especialidades en fisioterapia, incluyendo salud de la mujer y salud pélvica. Desde el año 2015 el "Proyecto de Especialidades en Fisioterapia" (2015) elaborado por la AEF define claramente las competencias del fisioterapeuta especialista, subrayando la necesidad de formación reglada para responder a las demandas específicas del sistema sanitario y la sociedad.
La AEF y la AEF-SAMU respaldan pues la necesidad de:
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Reconocimiento oficial de competencias avanzadas en salud de la mujer y salud pélvica.
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Desarrollo de guías clínicas y protocolos nacionales que respalden el ejercicio profesional.
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Promoción de la investigación en áreas clave de la salud de la mujer y la salud pélvica.
¿De qué forma una mayor incorporación de estos fisioterapeutas ayudaría a la sanidad pública?
La integración de fisioterapeutas especializados en salud de la mujer y salud pélvica al sistema público de salud supondría beneficios indudables para la salud pública como:
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Reducción de la carga en otros servicios: Los fisioterapeutas pueden gestionar problemas como incontinencia urinaria, dolor pélvico crónico y complicaciones postquirúrgicas, reduciendo la presión sobre ginecología, urología y otras especialidades.
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Optimización de recursos sanitarios: Los fisioterapeutas especializados pueden reducir la necesidad de cirugías uroginecológicas mediante tratamientos conservadores.
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Prevención y tratamiento precoz: Abordar patologías desde sus etapas iniciales, disminuyendo costes asociados a tratamientos más complejos o cirugías.
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Promoción de la salud: Diseñar programas específicos en atención primaria para prevenir problemas frecuentes como las disfunciones del suelo pélvico o la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas.
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Abordaje multidisciplinar: Fomentar la colaboración con ginecología, urología, oncología y otras áreas para ofrecer una atención integral.
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Mayor satisfacción de los usuarios: Abordajes no invasivos y personalizados generan mejores resultados clínicos y mayor adherencia al tratamiento.
La AEF-SAMU apoya la creación de plazas específicas para fisioterapeutas especializados en hospitales y centros de salud, fomentando un modelo asistencial multidisciplinar.
Analizando el rol entre Ginecología y la fisioterapia dedicada a la salud de la mujer, ¿en qué punto se encuentra en nuestro país y qué objetivos se deberían alcanzar?
En la actualidad, aunque existen ejemplos exitosos de colaboración entre fisioterapeutas y ginecólogos, esta relación no está plenamente consolidada en toda España. Las unidades multidisciplinares aún son insuficientes, especialmente en la sanidad pública.
La colaboración entre fisioterapeutas y ginecólogos es fundamental para garantizar un abordaje integral de las patologías femeninas. La AEF-SAMU enfatiza la necesidad de implementar varias iniciativas clave:
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Protocolos compartidos para la prevención y tratamiento de disfunciones del suelo pélvico en situaciones fisiológicas como embarazo, parto, posparto y climaterio, así como para la gestión de incontinencia urinaria o anal, prolapso de órganos pélvicos, dolor pélvico y otras disfunciones relacionadas.
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Protocolos específicos para el manejo de procesos patológicos, incluyendo disfunciones del suelo pélvico diagnosticadas y condiciones oncológicas en mujeres, como cáncer de mama y cánceres ginecológicos.
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Espacios formativos conjuntos, que permitan a fisioterapeutas y ginecólogos compartir conocimientos, intercambiar experiencias y desarrollar estrategias de intervención comunes.
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Mayor integración del fisioterapeuta en hospitales y atención primaria, estableciendo roles claros y definidos dentro de equipos multidisciplinares para garantizar una atención coordinada y efectiva.
La creación de estos protocolos y la mejora en la formación y comunicación entre ambos colectivos son fundamentales para avanzar hacia una atención sanitaria más completa y especializada para la mujer.
Otra de las profesionales íntimamente relacionadas con la fisioterapia de la mujer es la matrona. ¿Se trabaja actualmente con esta profesional? ¿De qué forma?
En España, las matronas y fisioterapeutas colaboran principalmente en el ámbito de la preparación al parto y la recuperación postparto. Sin embargo, esta cooperación aún es limitada en ciertos contextos como las maternidades o en los centros de salud. En Brasil, por ejemplo, se ha demostrado el impacto positivo de integrar fisioterapeutas en maternidades, proporcionando técnicas como el masaje perineal, educación postural y estrategias no farmacológicas para el manejo del dolor durante el parto. La AEF-SAMU reconoce la importancia de la colaboración con matronas, particularmente en el ámbito de la atención al embarazo, parto y postparto. Sin embargo, subraya la necesidad de fortalecer esta relación mediante:
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Desarrollo de unidades de salud materno-infantil donde ambas profesiones trabajen juntas en la atención integral.
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Formación cruzada para matronas y fisioterapeutas en temas como disfunciones del suelo pélvico y educación pre y postnatal, promoviendo un enfoque interdisciplinar que mejore la calidad de la atención integral a las mujeres.
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Promoción de equipos multidisciplinares en centros de salud y hospitales, asegurando una atención integral a las mujeres desde un enfoque preventivo y terapéutico conjunto.
¿Cuál es la relación entre la formación en salud de la mujer y salud pélvica y la perspectiva de género en la atención sanitaria?
La OMS y las Naciones Unidas reconocen que el género es un determinante clave de la salud y una de las principales causas de inequidad sanitaria. En su informe “Mujer y Salud” (2009), la OMS subrayó la necesidad de mejorar la atención centrada en las mujeres, lo que implica incorporar la perspectiva de género en todos los niveles del sistema sanitario. La formación en salud de la mujer aborda no solo las diferencias biológicas, sino también los factores psicosociales que afectan la salud femenina.
La AEF considera que la perspectiva de género debe ser un pilar fundamental en la fisioterapia. Esto implica:
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Reducir las inequidades sanitarias al preparar a fisioterapeutas para abordar problemas específicos de salud femenina y pélvica desde una perspectiva holística, reconociendo las desigualdades en el acceso a tratamientos y trabajar para eliminarlas.
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Empoderar a las mujeres mediante la promoción de la salud y la prevención de disfunciones, así como diseñando intervenciones específicas para mujeres en diferentes etapas de la vida, considerando factores biológicos y socioculturales; por ejemplo, considerando el impacto del género en el dolor crónico y la calidad de vida entre otros.
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Mejorar la atención multidisciplinar en equipos que consideren las diferencias de género como un factor clave en la planificación de intervenciones.
¿Cómo cree que el Ministerio de Sanidad podría ayudar a desarrollar este campo de la fisioterapia?
El Ministerio de Sanidad tiene un papel clave en el impulso de la fisioterapia en salud de la mujer y salud pélvica, y puede contribuir significativamente a su desarrollo mediante las siguientes acciones:
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Reconocimiento oficial de la especialización: Regular la formación avanzada en este ámbito establecería competencias específicas, aseguraría una atención homogénea y de calidad en todas las comunidades autónomas, y garantizaría prácticas basadas en la evidencia.
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Incorporación en la cartera de servicios de Atención Primaria: Integrar protocolos específicos, como: Fisioterapia para el climaterio y la menopausia activa. También programas enfocados en prevenir complicaciones musculoesqueléticas y cardiovasculares, manejar el dolor y mejorar la calidad de vida. O la fisioterapia perinatal: Protocolos orientados a promover la salud materna, prevenir disfunciones del suelo pélvico y favorecer una recuperación adecuada tras el parto.
La inclusión de estos servicios en Atención Primaria permitiría un acceso más equitativo, preventivo y cercano a los servicios, reduciendo complicaciones futuras y mejorando la calidad de vida de las mujeres.
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Creación de unidades especializadas en salud de la mujer y salud pélvica: Establecer unidades multidisciplinares en hospitales y centros de salud que ofrezcan acceso directo a fisioterapeutas especializados para mujeres con procesos oncológicos, dolor crónico o disfunciones del suelo pélvico, entre otras, así como para hombres, niños y personas transgénero que presenten disfunciones relacionadas con el suelo pélvico. Estas unidades deben garantizar una atención inclusiva, adaptada a las necesidades específicas de cada población y respetuosa con la diversidad de género.
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Financiación de investigación y formación: Apoyar estudios que analicen el impacto y coste-efectividad de las intervenciones fisioterapéuticas, y fomentar programas formativos alineados con estándares internacionales, como los de la World Physiotherapy (WCPT).
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Promoción de campañas educativas: Desarrollar iniciativas lideradas por fisioterapeutas especializados para concienciar a la población sobre problemas prevenibles y tratables, como las disfunciones del suelo pélvico en hombres, mujeres y niños, complicaciones del climaterio, el embarazo, el postparto y los procesos oncológicos femeninos y pélvicos.
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Apoyo a programas de formación avanzada: Ofrecer becas o subvenciones para fomentar la participación en Másteres Universitarios Oficiales y otras formaciones especializadas, incentivando el desarrollo profesional en este ámbito tan relevante.
Estas medidas promoverían una atención más inclusiva, accesible y preventiva, favoreciendo el bienestar y la calidad de vida de las mujeres y otros grupos afectados por alteraciones de salud pélvica.
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